Pequeño y prácticamente desapercibido, el Callejón de los Negros fue en su día una rampa que llevaba al baluarte de los negros, que se encontraba a la altura de lo que hoy es el Palacio de Congresos. Aunque en nuestra ciudad no estuviese muy bien visto y prueba de ello es que Emilio Castelar llegó a solicitar la abolición de la esclavitud, hay quienes afirman que el nombre de esta pequeña calle se debe también a la confluencia que esclavos negros solían realizar por esta calle para llegar al almacén donde esperaban ser subastados.
Sin embargo, no siempre se llamó así: en 1855 adopta el nombre de Toviño, tribuno que de las milicias romanas, 193 años antes de Cristo y cuya lápida es de las más antiguas de Cádiz y más adelante Alonso María de Torres, en honor a un diputado de las Cortes de Cádiz.
Si hay algo que llama poderosamente la atención de los nombres de nuestras calles son las historias o leyendas que sobre ellas pesan. La del Callejón de los Negros aparece en el libro Nombres Antiguos de las calles y Plazas de Cádiz y es la macabra historia de un esclavo que decide matar a su amo. Su asesinato fue castigado por la justicia y fue descuartizado colocándose su cabeza en una escarpia en la casa donde cometió el delito. De hecho y según sigue contando dicho libro, cuando la calle respondía al nombre de Juan de las Andas como prolongación de la misma había «una tosca escultura, incrustada en la pared, que representa la cabeza de un negro» en memoria del descuartizado esclavo.
@ManoloDevesa


La calle de la cabeza del negro se situaba en la entrada de la actual calle Cristóbal Colón. Se puede ver en mapas del Cádiz de 1812. Un saludo!
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