Ahí donde la ven, la Iglesia de Santiago, sede que fue del Colegio de la Compañía de Jesús, del que hoy solo queda la iglesia en plena plaza de la Catedral, guarda entre sus paredes los vestigios del inevitable paso del tiempo. Un tiempo plagado de momentos históricos como los que le llevaron a su reedificación tras el saqueo en 1596 de las tropas angloholandesas o el de los ingleses cuyo recuerdo se plasma en el cuadro de la Santísima Trinidad, acuchillado por los asaltantes. Fue declarada Real Iglesia de Santiago por el Rey Felipe III y erigida parroquia por el obispo Escalzo. Fue el oratorio del padre fray Félix María de Arriete, obispo de esta diócesis de Cádiz.

Sin embargo, bajo su altar mayor se encuentra en la actualidad algo que no todo el mundo conoce: los restos incorruptos de un sacerdote jesuita belga que yacen en el interior de un féretro vestido con sus hábitos de entonces. Es el padre Francisco Janssen que fallece un 14 de abril de 1735.

Francisco llegaba a Cádiz en 1710. Pronto se hace con el cariño de la ciudad y por eso su muerte produce una gran conmoción. Una fuerte hemorragia bucal se lo lleva a los 63 años. Aquel día las campanas de la Catedral doblan en señal de luto por él.

@ManoloDevesa /