Un nuevo capítulo coloca en el Ayuntamiento de Cádiz al propio alcalde y a Mara Rodríguez del PSOE como flamantes protagonistas. Tras los últimos acontecimientos en las bóvedas de Santa Elena donde se han instalado en sus arcos varias familias, la portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Cádiz, no podía resistirse a exigir al equipo de gobierno que se pusieran manos a la obra para darle una solución.

Las formas han sido lo que probablemente han perdido a Rodríguez quien no ha dudado en tocar una situación igual de dura como la de los inmigrantes del Open Arms: «ya es hora de que el alcalde pase de la poesía del Open Arms a la gestión eficaz de las prioridades de nuestra ciudad en las que sí tiene competencia (…). Nos encontramos con la desgarradora realidad de que las personas sin hogar siguen sin contar con los recursos necesarios para recibir una atención integral en Cádiz viéndose obligados a asentarse en la calle mientras que el centro de alta tolerancia continúa cerrado«.  

El discurso de la edil socialista parece haber calado muy hondo en el equipo de Gobierno que muy pronto lo ha calificado de «racista y más propio de Vox». Afirman aceptar las críticas pero no a cualquier precio y esperan una pronta rectificación. Algo que ella misma ya se ha encargado de negar: «No voy a retractarme de pedirle al alcalde que trabaje… Por mucha demagogia que haga, los gaditanos no merecemos que se dedique a hacer ruido en asuntos en los que no tiene competencia, mientras que no trabaja por mejorar la realidad allí donde tiene la responsabilidad de gestionar»

Y así, mientras el nuevo curso político tras las vacaciones veraniegas comienza con la mirada puesta en las personas sin techo que pronto se enfrentarán al largo y duro invierno, mientras los periódicos recogen el cruce de acusaciones de unos y otros y se juega con algo tan duro como la pobreza, de la solución propiamente dicha a este grave problema ni mu. No esperen escuchar ni una. Pero vamos, que eso es algo que los ciudadanos hemos acabado por normalizar para alegría de los propios politicos. Que triste.

@ManoloDevesa