Poco valorada está la calle Abreu y su extensa oferta gastronómica, una plazoleta que se ha hecho a sí misma. Llena de restaurantes que sacan sus terrazas a la calle, es nido de turistas y los propios gaditanos que han descubierto, a pesar de estar quizás más escondido, un excelente lugar para tapear, almorzar, ir de copas o cenar en un sitio tranquilo lejos de las aglomeraciones. Hoy queremos ahondar más en su historia. ¿Por qué se llama así? ¿Es cierto que en su lugar había una harinera? Hoy se lo contamos:
La calle Abreu se encuentra a la izquierda de los famosos callejones Cardoso. Como la gran mayoría de nuestras calles, Abreu no siempre respondió al mismo nombre. De hecho en 1.864 se la conoce con el nombre de Calleja de Doña Juana Nevado. Más tarde, lleva nombres como Cotiño, San Vicente, San Cayetano o La Cabra. No será hasta 1855 cuando la calle se rebautice bajo su actual nombre. Pero ¿quién era Abreu?

Pedro de Abreu había estudiado en el Convento de San Francisco de Sevilla. Su experiencia como testigo directo del saqueo de los ingleses a Cádiz en 1.596, le lleva a escribir un libro que, sin embargo no se puede publicar ya que sus declaraciones no ponen en buen lugar a los mandamases de la época. Habrá que esperar trescientos años para que el Obispo Fray Domingo de Silos Moreno, publique su famoso libro. El más certero según muchos expertos.

Como curiosidad les contaré que antes de abrirse definitivamente al Campo del Sur tras varias obras, Abreu tenía una peculiaridad. En su día, la calle estaba ocupada por la fábrica de harinas Harinera Castro S,A, que cerraba en los años 70. Pues bien, la calle terminaba en una reja que pertenecía a la citada fábrica, la misma que años después se incendiaría dando paso al solar del que hoy podemos disfrutar.

Actualmente, en la calle Abreu podemos disfrutar de un ambiente realmente envidiable. Familiar con un marcado acento turístico, en Abreu podemos encontrar desde un italiano a restaurante con comidas típicas gaditanas. Un rinconcito, desde luego, para no irse sin visitarlo.
LOS RECUERDOS DE LOS LECTORES
Nos encanta leer a nuestros lectores y que compartan sus recuerdos con nosotros. Por ejemplo Kiko Camacho nos cuenta que en esta calle se encontraba la famosa Tienda de la Cabra lugar donde ensayaban y patrocinaban la murga de la Cabra que cada año escribian o Manolo Cañamaque o José Poce durante los años 20 y 30.
Por su parte, Mercedes Lara nos cuenta que conoció la famosa reja de hierro por donde entraban y salian los carros cargados con mercancía, inactiva cuando llegó en el año 1975. Ademas nos cuenta una curiosa anécdota: en su edificio había un enorme escudo heráldico de piedra, entendemos que de Abreu, y que una tarde de agosto durante la siesta lo robaron. ¿Cómo lo pudieron bajar sin que los pocos vecinos que vivíamos en la calle no nos enteráramos? se pregunta aún Mercedes… Ains… si es que hay siestas tan profundas….
@ManoloDevesa