Cuando a día de hoy llega la jornada de las Mareas de Santiago, las playas de Cádiz se previenen y sufren por unos días una pequeña revolución porque se enfrentan a una de las mareas más altas de todo el verano con olas gigantescas que hacen las delicias de los surfistas y los más atrevidos. Así que muchas familias se cercioran de la distancia conveniente para que la marea no les pille. Y ponen ochenta mil ojos con los niños que son los más participativos en el agua.
Ahí es cuando yo disfruto. ¡Cuánto me gustan las olas altas pero inofensivas, claro! Me gusta hasta que me revolee llevándome hasta la orilla. Y buscando buscando he encontrado estas dos imágenes tan bonitas como nostálgicas.
Las mareas de Santiago de hace unas cuantas décadas eran tan altas que podían alcanzar el andén de cemento donde se ubicaban las tradicionales casetas de maderas de rayas rojas y blancas. Hasta ahí llegaban las olas llevándose sombrillas, sillas y hasta las propias casetas por delante con el considerable barullo de las familias que veían como su zona se anegaba completamente.
Queremos que nos cuentes tus recuerdos, tus anécdotas de playa que siempre surgen y son recordadas luego durante todo el año.
@ManoloDevesa



Que recuerdo más dulces y hermosos con la inocencia de un niño, que tenía miedo a que el mar hiciera algo, pero después pasaba todo y volvíamos a disfrutar
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