Contaban un caso producido durante un vuelo de Jerez a Palma de Mallorca. Nos situamos en el 24 noviembre de 1991. A los 35 minutos de iniciar el vuelo, cuentan que una imponente luz sorprendió al comandante y sus compañeros en la cabina. Una luz que los cegó durante unos 30 segundos. Lo que menos pensaron es que se trataba de nada relacionado con ovnis. Más bien que se trataba de un rayo aunque ni había nubes ni tormentas… El caso es que otro avión que volaba debajo de ellos, pudo apreciarlo también. Como no se quedaron tranquilos, llegaron a realizar chequeos y controles de navegación al avión… Pero todo estaba bien.

Cuando van aterrizando en el aeropuerto de Jerez ven una luz blanca, estática, parada en la Bahía. Tanto lo sorprenden que deciden ir a verla más cerca pero las horas y el cansancio hacen que no todos los compañeros estén de acuerdo. Así que deciden no acercarse y aterrizar. Cuando llegan a tierra, al día siguiente miran atónitos las páginas del periódico que cuenta como mucha gente había visto un ovni en la bahía de Cádiz la noche anterior.

Fue entonces cuando comenzaron a hablar del cráter. ¿Qué era eso?  En 1988, y mediante un reportaje fotográfico por la Bahía de Cádiz a la altura del Puente Carranza, Joaquín Hernández más conocido como KIKI, fotografía algo que luego le muestra a Jesús Borrego. Algo en forma circular que podría medir unos 300 metros de diámetro y 25 metros de profundidad. Se podía distinguir perfectamente.