Solo cuando Emilio López Prats llegó a «Los Sarracenos» allá por 1957 se dio cuenta de las dimensiones que estaba tomando lo que hacía Paco Alba. «No podíamos andar por la calle. La gente nos paraba y llegábamos tarde incluso a los contratos que teníamos» recordaba más de medio siglo después. El cariño y el respeto de Emilio por Paco pocas veces se ha repetido en un mundillo en el que los cuchillos vuelan. No solo lo admiraba sino que entre ellos se fraguó una amistad que demostró no solo estando presente en muchos eventos familiares sino dejando de salir en la fiesta que le gustaba a raíz del incidente la noche de «Estampas Goyescas».

A Emilio lo conocí a raíz de recoger información para mi novela «Solo diré adiós» que cuenta bajo el formato de la novela la vida de Paco Alba y donde naturalmente él tiene un pequeño papel. Recuerdo que la primera vez que nos citamos en la cafetería Nino’s de Columela trajo consigo un recopilatorio de las coplas de Paco para demostrarme que no solo fue el mejor si no que lo seguirá siendo. Hombre clave en la historia de la comparsa y de nuestro carnaval. Me gustaba buscarlo diciéndole que ahora había gente que podía escribir mejor que Paco. ¡Tú estás fatal! Me decía medio indignado. Para Emilio no había nadie mejor que su amigo Paco. Con él al fin del mundo. Ejemplo sin duda de fidelidad y amistad eterna.

Nos contaba las mismas anécdotas una y otra vez pero siempre con una sonrisa en la cara. Hace algunos meses Emilio se asomó a nuestro podcast de carnaval, Mar de Coplas, donde nos volvió a contar algunas de sus recuerdos más bonitos.

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Hace ya unos años que Emilio fue galardonado en el Carnaval de 2011 con el Antifaz de Oro como premio a su aportación a la fiesta gaditana. Para el recuerdo quedará sus años en la antología de Paco Alba de donde fue director y su mítica actuación en la final del Falla de 1977 vestidos de smoking en el primer carnaval que faltaba Paco. También para el recuerdo la actuación en la final de 1995 en el 20 aniversario de la última agrupación del Brujo: «Los Belloteros». Hace dos años pudo ver hecha realidad una ilusión: tener su propia placa en la calle Goleta.

Hoy Emilio ha partido y seguramente se habrá reencontrado con su Paco del alma, con Chatin o con Moreno. Desde luego ya sabemos quiénes se llevarán el primero ahí arriba este año. DEP

@ManoloDevesa