Sorpresa ninguna

No. No voy a empezar esta columna de opinión mostrándoles mi sorpresa ante las declaraciones de cierta concejalucha ultraderechista acerca de la bandera LGTBI+. Y no lo haré porque su partido ha sido desde el principio bastante claro acerca de su posición no teniendo reparo alguno en mostrar en público su discurso claramente homófobo. No lo digo yo. Fueron ellos quienes al hablar de la unión entre homosexuales – porque se niegan a llamarlo matrimonio – se refirieron como «una unión civil como la que podrían tener dos hermanas viudas«. Lo dijeron en ese tono tan despectivo que utilizan cada vez que se refieren al colectivo. Fueron ellos también quienes propusieron las terapias de conversión para curar la homosexualidad o quienes dejaron claras las preferencias sobre las adopciones llegando a afirmar que «si hay un niño al que no le quiere nadie y lo van a adoptar dos homosexuales» les aplaudiría matizando luego que «pudiendo elegir, es preferible que esté con un padre y una madre«. Otra cosa no, pero claros con este tema lo han sido desde siempre. Así que sorpresas ante las barbaridades que la concejala ha proclamado hace unos días ninguna.

Entre otras perlas, la concejala afirmó que el adoctrinamiento LGTBI a los niños es corrupción y lleva a la pederastia. Fíjense, nunca la vi tan preocupada con los casos de pederastia que han existido en la iglesia. Y eso que allí son muy católicos… Que las personas LGTBI en España tienen más privilegios que nadie. No sé en qué estudio se escudarán. Que yo sepa la mayoría seguimos de alquiler, con trabajos muy normales, sin poder comprar una casa y sufriendo las continuas subidas de precios de todo. Que todas estas afirmaciones se hagan desde la barra de un bar con dos cervezas encima puede darte hasta vergüenza ajena. Que lo haga alguien que pertenece a un partido que aspira a gobernar el país, es para echarse a temblar. Eso sí, más allá de alguna manifestación en contra de semejante discurso, la palabra dimisión no ha sido pronunciaba por nadie del espectro más conservador de la Cámara.

¿Es esa la alternativa que nos espera entonces? ¿La que nos salvará de la corrupción del actual Gobierno? Si es así desde luego, es para echar a correr sin mirar atrás. Porque entonces pasaremos de ponernos las manos en la cabeza (y con razón) por los casos de corrupción en el actual Gobierno a ver como lo que en este caso nos robarán a espuertas serán nuestros propios derechos.

@ManoloDevesa / Foto: Jesús Guía

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