El primer domingo de Carnaval amaneció con mal tiempo, nubes negras y una abundante lluvia que les hizo perder las esperanzas prácticamente a los gaditanos de que nada de lo organizado se fuese a llevar a cabo. Sin embargo y suponemos que con los partes meteorológicos en la mano, el Ayuntamiento no se pronunciaba sobre ninguna suspensión. Por lo tanto la Cabalgata, el gran atractivo del día, seguía en pie. A medida que avanzaban las horas comenzaban a llegar las primeras noticias. El carrusel de coros retrasaba su salida de la una a las tres de la tarde y el musical «Cocodrilo Drilo» que tenía lugar a partir las doce y media de la mañana en la plaza de san Antonio se suspendía por la lluvia. El mal tiempo se traducía en una considerable menor afluencia de público que se notaba en las calles. Los coros y las ilegales tenían su público aunque en mucha menor medida que un domingo de coros cualquiera.
Finalmente la Cabalgata Magna se llevaba a cabo retrasando su salida de las cinco y media a las seis de la tarde y con una pequeña modificación por motivos técnicos. La carroza que tenía música en directo en una de sus nueve carrozas se trasladaría a la plaza de San Antonio. El cielo encapotado se dejaba notar en el ambiente en la avenida con huecos y sillas vacías. Echando en falta el alumbrado de la avenida por carnavales, la Cabalgata comenzaba a dejar patente algunas de sus carencias: ¿dónde estaban un año más las agrupaciones del concurso? Deberíamos reclamarlos ¿Por qué a lo largo y ancho de la cabalgata solo se escuchaba reguetón y ninguna copla de nuestra fiesta? ¿Por qué no hacemos nuestra cabalgata más gaditana? Aun así y basada en la historia de nuestra ciudad pudimos disfrutar entre otras de estas bonitas carrozas.
@ManoloDevesa
















