Otro local que se queda vacío en el centro neurálgico de la ciudad. La tienda de cosméticos KIKO Milano que ocupaba el local que en su día ocupó Solves, ya no alberga ningún comercio tras el cierre de la tienda que hasta hace unas semanas podía visitarse. Con esta nueva pérdida Cádiz continúa perdiendo firmas conocidas sobre todo en la calle Columela y Palillero. El local de 143 metros cuadrados está anunciado en un portal inmobiliario por 8.300 euros al mes. Casi nada.
Me da rabia escuchar que Cádiz está muerto. Eso dicen. Está muerto porque lo están matando. Sin embargo en una ciudad con demasiados locales con el cartel de «Se alquila», las calles sobre todo del centro se siguen llenando de un público atraído probablemente por el tirón que sigue teniendo el casco antiguo y la belleza de su fisionomía. Por eso cuando paseo por sus calles y veo a visitantes que preguntan incesantes dónde está la zona de tiendas para comprar se me cae el alma al suelo. Cádiz tiene un serio problema con su comercio que es demasiado limitado. Por más oportunidad que uno quiera darle, lo cierto es que en unas fiestas como las navideñas la oferta del comercio de la ciudad se queda demasiada escasa. Poca variedad de tiendas abandonadas también al turismo que nos invade. ¿Dónde compra usted ropa de caballero más allá de Tinoco o Eutimio? ¿Dónde se compra uno una tele en el casco antiguo? ¿Quién se acuerda ya de los tiempos de Ivarte, Milar y sucedáneos?
Aunque nos duela admitirlo el comercio de una capital de provincia se debe caracterizar por ser variado y por contar con primeras firmas. A partir de ahí y con ese atractivo de entrada pueden cobrar vida pequeños comercios. De lo contrario nos encontraremos en un quiero y no puedo. En una ciudad que a pesar de estar de moda y contar con numerosas visitas a su casco antiguo no es lo suficientemente atractiva para que el dinero de esas visitas se quede aquí más allá de bares y restaurantes. ¿Se imaginan un Cádiz con el turismo y la vida de hoy día con una oferta variada de comercios? Yo no lo veo tan difícil si no fuese por aquellos que se niegan en rotundo a renunciar a poner esos desorbitados precios a los alquileres que hacen imposible su superviviencia.
@ManoloDevesa