La calle Benjumeda te lleva directamente a la gloria. Sobre todo a los más carnavaleros porque es la que comunica directamente con Fragela, plaza en la que se encuentra el Gran Teatro Falla, templo de las coplas del carnaval. No siempre Benjumeda se llamó así. Al principio era «Tinte Antiguo» y «Laguna del Campo Santo» también. Le siguieron «San Jorge» en 1671, «Zanja» y «Mutis» allá por 1855. Será quince años después cuando la calle pase a denominarse Benjumeda en 1870. Pero ¿por qué? ¿quién era el tal Benjumeda?
Pues pese a que muchos gaditanos creen que se trata del famoso ingeniero autor nada menos que de la Iglesia del Rosario, la Iglesia de San José y la de San Pablo, la calle viene dada por otro Benjumeda, éste de profesión médico y cuyos méritos desde luego lo hacen también merecedor.

Sin embargo y por raro que pueda parecer, el Benjumeda arquitecto no dispone de ninguna plaza o calle en la ciudad. Sí en el Puerto de Santa María, donde nació. En cambio en el Museo de Cádiz sí tiene su retrato pintado por Juan Rodríguez «El panadero». Junto a Torcuato Cayón, Benjumeda diseña el Oratorio de la Santa Cueva. Pero además diseña la fachada del ayuntamiento, el cementerio y la Cárcel Real, de 1794.
Torcuato José, como así se llamaba en realidad Benjumeda nacía en El Puerto de Santa María un 4 de enero de 1757 y fue en el número 198 de la plazuela de la Cruz Verde donde vivió junto a su esposa Cándida Martínez. En el número d169 de la calle Murguía (actual Cánovas del Castillo) tenía la oficina.
Con solo 24 años Benjumeda sustituye a Torcuato Cayón en las tareas de Maestro mayor de obras. En 1789 fue nombrado Teniente de Arquitectura de la academia de las Nobles Artes de Cádiz.
En la provincia también hay obras suyas: la Iglesia de San Juan Bautista en Chiclana de la Frontera, y la de San José en Puerto Real. En San Fernando interviene en el ayuntamiento y diseña el mercado de abastos y el muelle en Puerto Real.
Sin embargo en su vida profesional no todo son luces. Su mayor sombra tiene lugar 1820 cuando se cae la Plaza de Toros de Cádiz. Al recaer la responsabilidad en el arquitecto mayor de la ciudad, Benjumeda queda suspendido de empleo y sueldo hasta su rehabilitación en 1824.
Su currículo se completa en el «Sitio de Cádiz» donde fue 2º subteniente del batallón de Artilleros (26-sept.-1809), ascendiendo a teniente en 1821 y a capitán el 23 de diciembre 1829. En 1793 se convierte en académico de mérito de San Fernando, presidente de la Academia de Cádiz y arquitecto primero de la ciudad en su etapa de máximo esplendor comercial y político.
Tres años antes de morir, en 1833, solicita al Ayuntamiento la baja por motivos de salud mental ya que sufre de ataques nerviosos sustituyéndolo su hijo Francisco de Paula, quien había sido nombrado ayudante el 30 de marzo de 1829. Benjumeda fallece finalmente el 15 de abril de 1836 a los 79 años en Cádiz.
EL BENJUMEDA QUE DA NOMBRE A LA CALLE
José Benjumeda y Gens era gaditano e ingresa de colegial interno en el Real Colegio de Cirugía de Cádiz con solo 17 años. Vivía en el en el barrio de Hércules. Concretamente en el número 27 de la plaza de las Viudas. Se casó dos veces y tuvo ocho hijos en el primer matrimonio de los cuales tres siguieron sus pasos convirtiéndose en catedráticos de Medicina.
Según Federico Rubio y Galí, un alumno suyo, Benjumeda era «pequeñuelo el cuerpo, un tanto rechonchete, nariz breve y labios gordos. El tener los pies deformados por juanetes y callos le obligaba a andar dolorido con torpeza y las piernas abiertas influyendo tales circunstancias en su carácter, que resultaba malhumorado y refunfuñón. Mas, como D. José era por dentro tan benigno, indulgente y bueno, la apariencia contraria lo hacía más simpático, respetado y querido […] Siembre decía a todo que no pero después, accedía«. Así lo describió en su libro Mis maestros y mi educación cuando Benjumeda ya contaba con sesenta años.
Es uno de los fundadores de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz. A punto de convertirse en un sexagenario, Benjumeda accede a decano interino en 1845 y dos años después se convierte en el primer decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla en Cádiz. En el escalafón de los 290 primeros catedráticos de 1849, José es el número 32.
Sus méritos pasan por embarcarse en el San Pedro de Alcántara pasando a La Habana y a Veracruz, donde atiende a los epidemiados de fiebre amarilla. En noviembre de 1811 se le nombra disector anatómico del Real Colegio de Medicina y Cirugía de Cádiz y en 1824 catedrático propietario de Anatomía teórica y práctica y maestro consultor de la Armada Nacional.
Entre otros muchos honores, los servicios prestados a los franceses como cirujano en 1819, lo hace merecedor de la Flor de Lis por el rey de Francia.
En el patio de la Facultad de Medicina de Cádiz hay un busto suyo de bronce y en el Decanato un retrato al óleo. Benjumeda fallece el 27 de abril de 1870 en Cádiz.
@ManoloDevesa

Estimado sr:
Enhorabuena por su articulo, tan solo hacerle un pequeño apunte , el apellido de la mujer de Torcuato Benjumeda no era Martinez a seca sino Martinez de Pinillos
Atentamente
Juan C Gil de Biedma Benjumeda
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