¡Hacía que no iba a una feria! ¡Yo que sé! Y anoche me animé a salir un ratito para conocer de cerca la Feria de los Cañonazos a la que había asistido una sola vez hace muchos años. Tras la pesadilla del Covid-19 y el problema del año pasado con el Ayuntamiento, había ganas de sobra en el barrio de Puntales para disfrutar de una feria que cada año crece más y más haciéndose un hueco entre las fiestas más esperadas del verano gaditano. Me ilusionó volver a escuchar a los feriantes desde sus tómbolas animar al público a participar. ¡Hacía tanto que no lo escuchaba! Disfrutar de ese olor tan peculiar de las ferias con el algodón de azúcar o los gofres. El sonido de la sirenita de los coches choques y ver a tanto niño disfrutando en sus actuaciones.
Reconozco que la nostalgia me atrapó acordándome de la Velada de los Ángeles donde tan buenos ratos se echó y de los propios carnavales que un buen día y no sé muy bien por qué decidió prescindir de los feriantes. Una pena…
@ManoloDevesa







