No recuerdo ya a cómo estaba el aceite tanto de girasol como de oliva antes de que estallase la maldita guerra de Ucrania. Pero sí a como estaba de media la semana pasada y sé sin lugar a dudas que no rozaban ni los 7 ni los 8 euros. Cuál ha sido mi sorpresa cuando en mi última visita al supermercado he visto cómo los dos han subido notablemente sus precios otra vez. El del oliva se acerca ya a los 7 y el extra supera los 8 cuando hace solo un año no llegaban, juraría, a los cinco. Hablo de los de marca blanca.
La razón de esta nueva subida no es otra que la sequía y las temperaturas extremas que venimos padeciendo y que ha provocado que la producción del aceite mengue notablemente. De hecho parece que la próxima campaña se producirá la mitad de una cosecha normal. De hecho hay temor porque llegue el momento en que los propios supermercados se queden sin existencias.
@ManoloDevesa