Desde esta mañana anda rulando por las redes el vídeo de Beatriz Anillo, una reportera de 7 TV Bahía que es observada atentamente por una señora mientras lleva a cabo su conexión en directo. Al término de la misma la señora le arría un: «Olé tú coño». Así. Tal como lo siente y se lo diría probablemente a su nieta, hija o sobrina. Obviando que es una conexión en directo y que la chica en cuestión lo que está haciendo es trabajar. Es la viralidad de lo espontáneo. De lo que sale de forma natural y sin cortapisas en unos tiempos en los que todo el mundo aspira a ser el centro de atención aunque sea por unas horas. Probablemente en lo que menos ha pensado la señora era en que su «Ole tu coño» recorrería hoy las redes sociales para envidia de los que ansían convertirse en tendencia de las formas más impostadas posible. He aquí el secreto de la verdadera viralidad que produce ese efecto cuando uno comprueba que la persona que lleva a cabo la acción no tiene ninguna intención de convertirse en protagonista de nada.
LA AZOTEA DE CÁDIZ 