Los bolardos que se convirtieron en improvisados bancos

Corría agosto de 2017 cuando Barcelona y Cambrils sufrían las consecuencias de un terrible ataque terrorista islámico. En el paseo de Las Ramblas tenía lugar un atropello masivo con una furgoneta que llegó a recorrer 530 metros cobrándose la vida de 15 personas e hiriendo a más de un centenar. En Cambrils se produjo otro atentado por parte de cinco terroristas que intentaron saltarse un control policial de los mozos de Escuadra para atropellar a seis personas.

Como consecuencia de aquello, el Ministerio del Interior de España y la dirección general de la Policía recomendaron la instalación de medidas de seguridad para evitar este tipo de ataques. Por lo que se procedió a instalar bolardos de hormigón en las principales plazas del país. En Cádiz se pusieron media docena en plena plaza del Palillero colocados estratégicamente para evitar que cualquier camión entrase precipitadamente.

Sin embargo unos años después, los bolardos se han ido cambiando por diferentes causas a lugares que nada ayudan a que cumplir con su misión que es el de entorpecer la idea de un atentado. Es más, no es la primera vez que se ha utilizado como una especie de banco donde sentarse improvisadamente.

@ManoloDevesa

Deja un comentario