Se acabaron los paseos por centros comerciales y comercios en general en verano con la idea de estar más fresquitos sobre todo en plenas olas de calor. El Consejo de Ministros ha aprobado en el día de ayer un plan de ahorro energético que llevará a que «edificios administrativos, comerciales y culturales e infraestructura de transporte de viajeros» tengan que reducir el consumo de manera que el tan reclamado aire acondicionado se limite a un máximo de 27 grados y la calefacción, a 19 grados. Estas medidas estarán vigentes hasta el 1 de noviembre de 2023 y tendrán que ser activadas en los siete días naturales siguientes a su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Unas medidas que no acabarán aquí y que se completarán en septiembre con un plan de contingencia y ahorro energético. Mi sorpresa se acentúa más todavía cuando se habla de la calefacción: ¿19 grados de máxima? ¡Justamente la temperatura que uno busca en verano! Oye no sé, lo mismo hay que darle un par de vueltas al plan o directamente no descartar que no esté entendiendo nada de esto. Además, en estos recintos públicos no deberá haber puertas abiertas si tienen activados sistemas de refrigeración o calefacción. Deberán apagar los escaparates a partir de las 22:00 y la iluminación. Estas últimas medidas las veo más lógicas.
Desde el Ejecutivo avisan que la «situación es crítica y puede haber un corte de gas por parte de Rusia en cualquier momento» y que es el «momento de ser solidarios, de enfatizar la capacidad de reacción frente a un chantaje, poniendo de manifiesto que cualquier presión a un socio de la Unión Europea lo es para todos«. Que yo entiendo lo del ahorro y tal y que hay centros comerciales como por ejemplo El Corte Inglés donde se abusa sobre todo de la calefacción. Yo mismo evito entrar en invierno porque es una auténtica locura. Por eso cuando se habla de solidaridad pienso: ¿quién se solidarizará con el trabajador que tenga que hacer frente a una jornada de trabajo con temperaturas por encima de los 27 grados? Porque una cosa es ir de paseo y otra pegarte ocho horas, pónganse por ejemplo en la piel de un camarero, yendo y viniendo con platos y bandejas. Si actualmente sin límite de aire acondicionado hay veces que el camarero o dependiente no lo nota, ¿me quieren decir que ocurrirá ahora con el limite fijado en los 27 grados?
@ManoloDevesa