Ahí lo tienen. Treinta y dos grados marcaba a las 10.19 horas el termómetro de la plaza del Palillero. Ya la tarde noche de ayer prometía. La ola que calor que atraviesa media Europa nos dejaba temperaturas insólitas a las ocho y a las nueve de la noche. De hecho las playas continuaban con mucho público intentando capear los más de 30 grados que se marcaban en la capital. Sin embargo, la noche no resultaba mucho mejor y esa intensa calor se ha mantenido hasta esta misma mañana. Treinta grados durante toda la noche se dice pronto y treinta y dos sobre las diez de la mañana. Parece que a partir de este martes, las temperaturas irán bajando entre cinco y ocho grados paulatinamente. Aún así, podemos sentirnos casi unos afortunados puesto que parte de la provincia se encontraba ayer en alerta, al haber la posibilidad de llegar a los 44 grados.

Desde luego, calor hace lógicamente todos los veranos. Incluso recuerdo en las condiciones que tuvo que celebrarse la Magna en junio de 2017 con temperaturas superiores a los 40 grados en una en las olas de calor que pasamos aquel verano. Pero también es cierto que éstas solían durar dos o tres días como máximo y no las dos semanas que llevamos soportando estas altísimas temperaturas. A esto se le suma los abusivos precios de la luz que condicionan en muchos hogares el uso de ventiladores o aire acondicionado con los que calmar estos calores. ¡Un horror!
@ManoloDevesa