Pocas cosas me superan más que una maldita ola de calor. Esa sensación de bochorno y hasta asfixia constante me agotan en cuestión de minutos. No creo que a nadie le pueda gustar esa sensación tan desagradable. Los hay quiénes durante el invierno y sus cortos dias y largas noches te dicen eso de: «Donde esté la alegría del verano…«. Dígamelo a mí que menos alegre estos días mi estado se puede catalogar de hastiado, amargado, deprimido, cansado, irritado o exasperado. Aunque lo mejor viene cuando te dicen a modo de consuelo: «Si vivieses en Sevilla o Madrid ibas a saber lo que es pasar calor, que encima vives en una ciudad con playa» me dicen sin despeinarse como si sus palabras fueran a calmar la sensación que me provoca la insufrible flama de estos días. Claro y en África ni te cuento. Pues lo siento, a mí me supera el calor que paso en la ciudad donde vivo. Probablemente en Sevilla o Madrid me daría un golpe de calor mandándome al otro barrio y aliviando de paso mi pesadilla en la cámara frigorífica de cualquier tanatorio.
En cuanto al tema de vivir en una ciudad costera como Cádiz, es cierto que es una maravilla tener la playa a cinco minutos. Pero claro, aunque el cansino mundo de los tópicos se encargue de contradecirnos, aquí también se trabaja y el comercio recorta cada vez más las horas de nuestro dia a día. Trabajando en turno de mañana y tarde ¿cómo va uno a la playa? ¿A mediodía para tener luego que aguantar toda la santa tarde? Los hay que tenemos la suerte de tener el domingo como día de descanso pero ¿qué me dicen de aquellos que trabajan incluso el séptimo día? Y ya cuando me hablan del aire acondicionado como posible solución, solo me queda reírme. Con el precio de la luz por las nubes, si tuviese que tenerlo puesto estos más de siete días de ola de calor que hemos pasado, me hubiese compensado más un crucero por las islas griegas.
En definitiva, donde se pongan las noches de manta y peli o tapas y copas al sol que calienta, que no el que achicharra, que se quiten los días insufribles que acabamos de pasar. No me llamen quejica, que os veo venir. La prensa ya habla de 360 muertos en España a causa de la última ola de calor. No tengo por qué desconfiar de la información. Yo mismo estos días solo he tenido ganas de morirme.
@ManoloDevesa