Crónica de una (otra) muerte anunciada

Por desgracia a base de palos se aprende y creo que eran poquitos los gaditanos que tenían la esperanza de que el proyecto del Valcárcel universitario saliese adelante. La idea era bonita y de haberse hecho realidad hubiese dado esa vida que Cádiz ha ido perdiendo con el paso de los años y que necesita como el respirar. La puesta en marcha de la Facultad de Ciencias de la Educación en la capital hubiese atraído a numerosos jóvenes que hubiesen probablemente vivido y consumido en la ciudad rejuveneciendo a su población que tanta falta le hace. Sin embargo desde el primer día, sabíamos que eso no sucedería. Llámenme desconfiado pero hay cosas que uno puede verlas hasta sin gafas.

La idea de un cinturón universitario junto al mar era sencillamente maravillosa y hubiese animado a barrios especialmente castigados como el de la Viña o el Mentidero. Construir poco a poco la ciudad que merecemos ser con una apuesta por nuestros jóvenes y su futuro. Sonaba demasiado bonito. Recuerdo que hace muchos años en el edificio de Valcárcel se barajó la posibilidad de construir un lujoso hotel. Una solución para aprovechar el histórico edificio pero que de nuevo nos empujaba al turismo como única fuente de vida. Un sector al que le estamos muy agradecidos por todo lo que nos da pero que no queremos que sea el único por todo lo que también nos quita.

Hoy hemos sabido que tras tres años de lucha para conseguir ayuda económica, el rector gaditano, Francisco Piniella, ha comunicado que ha decidido adelantar todo el proceso administrativo para desligarse del edificio de Valcárcel y olvidarse así del retorno de Ciencias de la Educación a la capital. Aburrido probablemente y con toda la razón de tantas pegas, esperas y negativas. Eso sí, ha anunciado que iniciará el proceso de reforma integral del centro ubicado en el Campus de Puerto Real.

De nuevo un proyecto inviable para la ciudad pero que se marcha a la provincia para hacerlo realidad. Como ha pasado y seguirá pasando con tantos y tantos otros. Entre ellos el centro comercial, ahora que tanto hablamos del cierre de tiendas, que se intentó poner hace unos meses en la Zona Franca con una inversión de al menos 20 millones de euros y que por culpa del elevado precio que ponían los propietarios de los terrenos no se hizo realidad. Un centro comercial que se iba a levantar en los terrenos del antiguo Híper Cádiz, el solar de Talleres Faro y en unas oficinas de un concesionario de vehículos. Será que les compensa conservarlos en el lamentable estado en el que se encuentran antes de dar su brazo a torcer… Finalmente ese centro comercial se construirá en San Fernando. Pero no se preocupen, no será ni mucho menos el último proyecto bueno para la ciudad que la avaricia lo haga inviable.

@ManoloDevesa

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