Nuevamente y aunque parecía que esto no se volvería a repetir, la sexta ola (la verdad es que yo he perdido la cuenta de cuantas llevamos) amenaza de nuevo a la normalidad que ya habíamos vuelto a retomar. De nuevo las mismas recomendaciones que hace un año: ¡Cuidado con las reuniones familiares! ¡Respeten las distancias!, ¡Pónganse las mascarillas! Pero con la diferencia de tener prácticamente a todo el país vacunado. ¿Para que ha servido entonces las dos vacunas? ¿Qué hemos ganado sucumbiendo a la recomendación viral de que había que vacunarse a toda costa? Ayer mismo escuchaba por la radio como afirmaban que las vacunas no detendrán los contagios. Aunque supongo que sí los efectos del maldito Coronavirus ahora transformado en una nueva variante llamado «Omicron».

Nos aconsejan que tengamos cuidado con las reuniones familiares y comidas de empresa. Pero callan ante unos transportes públicos o centros comerciales en estas fechas atestados de gente. Nos alertan del creciente contagio entre los niños justamente cuando les toca a ellos vacunarse y no dan mucha información de cómo de terribles son los efectos de la nueva variante como para que volvamos, a pesar de estar vacunados, a interrumpir la normalidad de nuestro día a día. En definitiva, unas nuevas e inciertas navidades con el medio susto metido en el cuerpo, con el mortificante mantra del «ten cuidado» y con la mosca detrás de la oreja…

@ManoloDevesa