La triste realidad

Amanece en Columela. Los primeros camiones provistos de mercancías para los comercios de la zona se dejan sentir sobre las siete de la mañana. Poco a poco la calle va cogiendo el ritmo habitual de su día a día con la apertura de sus tiendas y el paso de innumerables gaditanos y visitantes. No recuerdo dónde leí este verano que Columela se había convertido en una de las calles más transitadas de Cádiz. Sin embargo y como reflejo de la realidad que vivimos, la calle se ha convertido también, y cada día más, en el cobijo de muchas personas sin un techo bajo el que vivir o un sueldo con el que subsistir.

Durante el día el número de mendigos e indigentes que piden en la calle ha crecido considerablemente. Tienen elegido incluso el lugar para pasar el día y buscarse la vida. Ocurre lo mismo en los bancos de la Plaza de las Flores y en las inmediaciones de la Plaza Guerra Jiménez donde cada vez se amontonan más en muchas ocasiones con un comportamiento que deja bastante que desear. Los bajos del balneario de la Caleta han sido ocupado desde hace tiempo también por no hablar de los fosos de Puerta Tierra. Cuando llega la noche los cartones se convierten en sábanas o cobertores con el que protegerse del frío sobre todo en días como los que pasamos ahora.

Hay una serie de preguntas que me rondan en la cabeza: ¿Qué estamos haciendo mal para que en pleno 2021 el número de personas que piden en la calle haya aumentado tanto? Si ayudándolos con ayudas o albergues para que puedan dormir, hay quiénes dicen que provocamos el efecto llamada ¿Cuál es la solución? ¿La indiferencia? Esa parece ser la actitud tomada pero la solución en visto de la triste realidad que nos rodea.

@ManoloDevesa

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