Los trabajadores del metal vienen protagonizando desde hace algunas semanas una serie de reivindicaciones que tienen en la actualización de los sueldos, frente a un IPC que se encuentra en el pico más alto de los últimos treinta años, su mayor objetivo. Sin embargo parece que las negociaciones no van por buen camino y del 2% que exigen los sindicatos, la patronal solo está dispuesta a hacerlo un paupérrimo 0.5 %. Las reivindicaciones en la calle han ido recrudeciéndose paulatinamente con destrozos, cortes de tráfico, barricadas, fuegos y hasta la muy cuestionada presencia de tanquetas. En el día de hoy, la octava jornada en la que tenía lugar la manifestación de los sindicatos a las once, los enfrentamientos se han recrudecido aún más dando lugar a imágenes que pronto han recorrido las redes sociales.
Los cortes del tráfico y todo lo acontecido en la ciudad al final repercuten en la vida diaria del gaditano. Es comprensible el enfado: trabajadores que no llegan a tiempo a su lugar de trabajo, mercancías que se retrasan… Sin embargo lo que hacen los muchos trabajadores del metal es defender no solo su trabajo sino una vida digna que también repercute en la ciudad. Si los trabajadores ven menguado su sueldo, su consumo también menguará con las consecuencias negativas que eso traerá. Claro que se está en contra de un clima tan crispado como el de estos días pero ¿creen ustedes que los informativos de las principales cadenas de radio y televisión, por ejemplo, se hubiesen hecho eco de una manifestación al uso? Probablemente la hubiesen dejado para el final y en solo dos minutos despecharla. Es triste pero tal y como el alcalde José María González daba a entender en unas declaraciones muy criticadas por cierto, hasta que no se ha echado mano de cierta violencia, la reivindicación no ha tenido más presencia mediática. Es tan triste como cierto.
Condenando por supuesto los actos vandálicos que nada tienen que ver con la protesta en sí (radicales hay en todas partes), me sorprende escuchar como muchos gaditanos piden empatía y comprensión a la clase política para determinados temas, cuando ellos mismos no la tienen. Es mejor opinar cuando esta misma huelga se hace en cualquier otra ciudad para seguir sacando a relucir nuestro incomprensible derrotismo y decir aquello de: «Así es como se defienden las cosas. Aquí en Cádiz es que solo se piensa en el carnaval y se pasa de to«. Ojalá el conflicto se arregle cuanto antes. Todos lo agradeceremos.
@ManoloDevesa