Recordamos antiguos TOSANTOS y hablamos de su origen

Este lunes los mercados de la ciudad deberían vestirse de gala para participar en los tradicionales concursos de Tosantos. El año pasado la pandemia del Coronavirus se llevó por delante una de las costumbres más gaditanas: la fiesta de los mercados. Este año a pesar de la mejoría y de las pocas restricciones que ya quedan en torno al Covid-19, los Tosantos no se celebrará. Por eso desde este rinconcito queremos acordarnos de ellos lanzando una pregunta: ¿Desde cuándo se celebran?

Para encontrar el origen a esta celebración deberemos fijarnos en la figura del Papa Bonifacio IV quien decide dar sepultura en el famoso Panteón a los restos de los cristianos muertos en las catacumbas romanas. Éstos reciben la consagración eclesiástica como de Todos los Santos, el 13 de Mayo del año 610. Será el Papa Gregorio III quien traslada la fiesta al uno de Noviembre, extendiéndola a toda la Iglesia.

Es en 1876, cuando la Comisión Municipal del mercado público, en la plaza de La Libertad, decide adornar los puestos, la plaza y sus alrededores. Incluso se instala un alumbrado de gas que llama la atención de todos los gaditanos. Las puertas se engalanan. Hay farolillos y banderas a lo largo y ancho de la plaza.  Por entonces hay setenta y dos puestos. Todo este derroche decorativo provoca la presencia de un tumulto de gaditanos que acuden en masa para comprar los alimentos que allí se exponen. El ambiente es absolutamente fiestero e incluso en la plaza Guerra Jiménez se organiza un baile que ameniza una banda de música y que dura hasta bien entrada la noche.

En Cádiz con nuestra habitual economía del lenguaje lo hemos traducido a “Tosantos”. Fecha en la que los mercados se llenan de público con la llegada de los productos típicos del otoño. Ya saben: nueces, almendras, castañas tanto crudas como asadas, acerolas, dátiles, orejones o avellanas de los toros. En cuanto a las frutas, son míticas las compotas que se hacen con el membrillo o las naranjas de San Martín del Tesorillo. Por no hablar de la repostería como son los famosos huesos de santos o el pan de Cádiz.

La exposición de todos estos productos de temporada se completa con la original idea de representar irónicamente acontecimientos ocurridos ya sea a nivel local, nacional, político o social. Lo hacen con parte de esos productos: carnes, frutos secos, frutas, pescados… La tradición es tal que en 1977 y con el nacimiento de Asodemer, se instaura el concurso oficial donde se premia a los puestos más originales y creativos.

En la actualidad, la fiesta de «Los Tosantos» cuenta incluso hasta con pregonero. Los alrededores de la plaza se siguen adornando y un numeroso público acude cada último lunes de octubre a lo que se ha convertido en toda una tradición. Este año no podrá ser. Valgan estas imágenes como pequeño homenaje.

@ManoloDevesa / Fotos: JUMAN y propias

Deja un comentario