Efectivamente, tal y como muchos de nuestros lectores y seguidores de Instagram y Facebook habían confirmado, la solución de nuestro juego de las calles era el efecto Sacramento. Una de esas calles eternas que se prolongan desde la plaza de Candelaria hasta la del Falla. Casi nada. Ya solo con nuestra primera pista lo pusimos fácil: bastaba con saber el nombre del decimosexto presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln para saber que la calle Sacramento se llamó así en 1873. Aunque tuvo más nombres como en 1932 «Ramón Valentín y Conde». Además siendo tan larga hubo tramos a los que se decidió poner otros nombres. Por ejemplo: Callejón alto del Colegio San Diego (entre Barrié y Alcalá Galiano), Quartel de la Cuna (esquina de Barrié), Cuesta de Recaño (Sacramento y Marqués del Real Tesoro) o Nicaragua (entre Candelaria y Columela).
Finalmente otra de las pistas que llevó a muchos a descubrir de qué calle se trataba fue la de la imagen del comercio que Sacramento regentó. Concretamente en su número 9. Un bazar especializado en el acero inoxidable.

@ManoloDevesa