Nuestra segunda edición de «Bustos de Cádiz» me hace desplazarme hasta la plaza de España. Alli tiene lugar mucho más que un simple busto, que es el Monumento de las Cortes. Pero no voy a hablarles de éste si no de otro que se encuentra en los jardines de la plaza: José Mexia Lequerica. ¿Quién fue éste señor y por qué tiene un busto en nuestra pequeña gran ciudad?

José Mexia no era español. Nació en Quito allá por 1775 y tenía una mente privilegiada. Dicen que era capaz de retener un discurso en la cabeza escuchándolo una sola vez y con solo 19 años ya había cursado Filosofía y Teología, Gramática Latina y había ganado una beca para el Colegio de San Luis casándose con solo veintidós años con Manuela Espejo, más de dos décadas mayor que él.

Sin embargo ser hijo natural o fuera del matrimonio legal en 1805 le va a traer consecuencias, la más grave y determinante para que se exilie en nuestro país es la injusta decisión de la Universidad de no darle el grado en Medicina y en Leyes. Por lo que Lequerica decide abandonar Quito y venirse a España donde será acogido con gran estima se convertirá en médico y abogado.

En España José Mexía se adaptará perfectamente a nuestra vida. Se unirá y apoyará a los miembros de la Expedición Botánica dirigida por José Celestino Mutis y luchará al lado de los españoles contra los franceses, hecho que le valdrá para su nombramiento como diputado por Santafé de Bogotá en las Cortes de Cádiz donde se hará notar defendiendo la libertad de prensa, denunciando los abusos de la Inquisición y defendiendo los derechos de los americanos, indígenas y negros.

La vida sin embargo le tiene preparado un inesperado final cuando voluntariamente se ofrece para inspeccionar un brote de fiebre amarilla en el puerto de Cádiz. Y es que cuando apenas contaba con 36 años se contagiará de dicha enfermedad encontrando en ella la muerte.

@ManoloDevesa / Fuentes: «La web de las biografías«