¡Qué suerte es ser de Cádiz! he escuchado decir alguna vez sobre todo a la gente que viene a visitarnos y se queda con lo primero que ven del gaditano: su alegría y su enorme hospitalidad. Es cierto que hay cosas que hacen del gaditano un ciudadano peculiar. Tics que hacen de nosotros a veces auténticos personajes en el mejor sentido de la palabra, no se me enfaden. Gente que rezuma Cadi (que no Cádiz) por los cuatro costaos.

1.Por ejemplo ¿qué gaditano que se precie no se ha puesto alguna vez en una cola de esas que cruzan media calle hipnotizado por esa frase que tanto gusta en nuestra ciudad: «quillo que es gratis». Ahí se ponen ya sea para la firma de Paz Padilla, la inauguración de una nueva tienda o la degustación de un topolino en plena calle Ancha. Por cierto es innegociable pedir «de lo que sea» mínimo dos. Tú sabes, como es gratis…

2.El gaditano es derrotista y chovinista al mismo tiempo. Es capaz de tirar por tierra aspectos o proyectos realmente importantes para nuestra ciudad pero no acepta ni una mínima crítica que venga de fuera por constructiva que sea. Ahí deberíamos reflexionar…

3.El gaditano es un buscavida profesional. La realidad de la ciudad es cruda y por eso los hay que su vida laboral no consta en ningún papel porque ha trabajado siempre en negro. ¿Quién no lo ha hecho alguna vez? Como en cualquier ciudad, están los que han encontrado en las ayudas económicas una forma de vida y los que tiran por tierra el injusto tópico del flojo porque trabajan más horas que un reloj para evolucionar en su vida. Bravo por estos últimos!

4.Un gaditano o gaditana «en condisione» se tiene que tirar del Puente Canal en plena playa de la Caleta por muy peligroso que dicen que sea. Se tira además incluso siendo un chiquillo dejando boquiabierto a los que ya pintamos canas. En serio, prudencia ante todo que yo sigo viéndolo una auténtica locura!

5.Un domingo de carnaval no es lo mismo sin un vasito de moscatel colgado en el cuello y unas gafas de sol que tapen los efectos de tantos días de fiesta. También se considera de Cadi Cadi cantar las coplas de los coros en la plaza aunque sea la primera vez que los escuches.

6.Uno de Cadi Cadi se ha tenido que declarar alguna vez devoto del Nazareno o El Perdón. Aunque sea desde su ateísmo o agnosticismo. La prueba más palpable es la del alcalde que reconociendo su ateísmo ha acompañado a su madre en la penitencia del Nazareno. Y es que el greñúo es mucho greñúo…

7. Otra característica de ser de Cadi Cadi es cargar durante la Semana Santa en varias hermandades y luego quejarse (o chulear) de hombro hinchado y hasta deformado…

8. Olvídese de ser considerado un gaditano en condiciones si un domingo que juegue el Cádiz en el Carranza (cachis, en el Nuevo Mirandilla) no se pone usted la camiseta amarilla. Es un postureo más que otra cosa o directamente un calentamiento de cabeza menos a la hora de vestirse…

9. ¿Creían que se me había pasado verdad? Como va a ser un gaditano digno de tal gentilicio si no ha salido algunas vez en una agrupación carnavalesca. Valen todas las variantes: desde formando parte de la agrupación a del aforo. Hombre, si a usted no lo han colao alguna vez en el Falla, ya puede usted empadronarse en Albacete si quiere

0.Y finalmente, ahora que estamos en fechas, tú no eres de Cádiz si un domingo de verano no vas cargado como un camello en medio del desierto con un par de sillas, nevera, sombrilla y mesa para pasar unas horas en la playa.

@ManoloDevesa