Emilio Gutiérrez Cruz ha salido de la UCI. Lo ha hecho después de 40 largos días con una discreción que han compartido familia y medios para respetar probablemente los momentos más duros que ha debido pasar el querido cuartetero. En el mundo del carnaval y en la calle donde, dicho por él mismo, el Libi se ha movido como pez en el agua siempre, la preocupación sobrevolaba el ambiente. Emilio es querido en la ciudad porque es la más fiel representación del gaditano que no ha renunciado a la ironía gaditana para entregarse a las modas de otros tipos de humor. Se mantiene fiel a si mismo siendo capaz de decir cualquier pamplina con tanto arte que no puedes sino descojonarte.
Emilio es Cádiz es todo su apogeo porque recoge cada una de las características del gaditano. Irónico, cargante y crítico, su carácter polémico le ha llevado a protagonizar numerosos momentos absolutamente impagables en el concurso. Como cuando después del escándalo del pasodoble a Juan Pablo II por parte de Martínez Ares, él tuvo los santos (nunca mejor dicho) melones de aparecer vestido del Papa y hacer un cuarteto dedicado a él. Sus ocurrentes salidas en el escenario, su poca vergüenza y su interacción con el público hacían las delicias de un teatro que lo buscaba precisamente para recibir su alucinante rapidez mental.
Cuando esta semana recibía la feliz noticia de su salida de la UCI me he alegrado por alguien con el que si bien no me une una amistad, sí siento una enorme simpatía. Cuando lo he necesitado para una entrevista o un homenaje a un compañero, ahí ha estado Emilio sin pega alguna y dando lo que siempre esperamos de él. «Habemus Libi«. Y además estoy convencido que será para rato. Deseando volver a escucharlo y a leerlo en las redes sociales donde últimamente interactuaba mucho. El Libi bien podría utilizar una de las frases que a mí más gracia me hizo de su más mítico cuarteto «Déjalo, bien lo sabe Dios». Aquella que decía con esa maravilla de acento que adoptó para Juan Pablo II: «Cádiz, ¿te creía que no iba a venir? Po te joe, que ya estoy aquí«. A recuperarse, Emilio.
@ManoloDevesa