JOSÉ POSADA: El éxito de FRIENDS residía en sus guiones

Que José Posada fuese actor de doblaje era algo que prácticamente estaba escrito. Sus padres, Luis Posada Mendoza y Nuria Cugat provenientes de la radio también se dedicaron al doblaje y su hermano Luis es uno de los grandes actores que ha puesto su voz al mismísimo Johny Deep en «Piratas del Caribe». Sin quedarse a la zaga ni muchísimo menos José Posada ha conseguido poner su voz a actores sumamente conocidos: desde Matt Damon o Jude Law pasando por Adam Sandler, Joseph Fiennes, Ryan Reynolds, James Franco o Patrick Wilson. Pero además José tuvo el inmenso placer de dar voz al actor Matthew Perry, Chandler en la mítica serie «Friends«.

Aprovechando que la serie vuelve a estar de actualidad por la reunión que han protagonizado sus actores diecisiete años después, José Posada se sube a nuestra Azotea para contarnos la experiencia de ponerle la voz al personaje de Chandler durante diez años y algunos secretos más de su dilatada carrera. ¡Un placer José!

FRIENDS: EL PLACER QUE VERLOS JUNTOS DE NUEVO

Tras diez intensas temporadas, la serie Friends se despedía en el año 2004 ante una audiencia prácticamente rota de dolor. La comedia americana más icónica de los años 90 decía adiós en pleno éxito y con todos sus actores. Algo cada vez más difícil en la televisión de hoy. Diecisiete años después del duro adiós, HBO nos ha regalado la reunión con la que los seguidores hemos soñado todos estos años. Pero ¿por qué cualquier reunión del elenco de FRIENDS produce tanta expectación?

Friends marcó a toda una generación que supo conectar con sus personajes prácticamente desde el principio porque tenían una serie de rasgos que definían una personalidad muy marcada y sobre todo muy reconocible. Los espectadores se vieron reflejados en ellos. Por eso teníamos la sensación de tener en nuestra propia pandilla a una Mónica, una Phoebe, un Joey o un Chandler. Fueron capaces no solo de que los espectadores empatizaran con sus personalidades si no también con sus propias tramas. De hecho más de tres lustros después de su final y en una conversación cotidiana, uno continúa relacionando escenas de nuestra vida con capítulos de la serie. Algo del todo excepcional. Los guionistas tuvieron el talento de convertir meras anécdotas cotidianas en el argumento de capítulos históricos. ¿Se acuerdan de cuanto Joey acaba con toda la comida del frigorífico porque se ha estropeado o cuando Chandler no sabía sonreír en las fotos? Tramas que de primeras uno podría pensar que no darían para tanto. Por eso el talento de sus guionistas es incuestionable.

Diecisiete años después, volverlos a ver juntos nos despierta la nostalgia de un tiempo en el que nos hicieron muy felices y ver de nuevo por ejemplo a Ross y Rachel es recordar todo lo que tuvieron que pasar, con descanso incluido, para terminar juntos. Nos reconforta, aunque en realidad no ganemos nada, saber que se siguen viendo y se siguen queriendo porque sus personajes calaron tanto en nosotros, que en el fondo cuando los vemos a ellos vemos en realidad a los personajes que un día nos robaron el corazón.

@ManoloDevesa 

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