Como cada 8 de marzo hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer. Lo hace además en medio de una impresionante campaña de criminalización que ha encontrado en la actual situación sanitaria la excusa perfecta para boicotearlo. Aunque en realidad el 8 de marzo se había convertido en un arma arrojadiza entre derecha e izquierda antes de que la pandemia nos explotara en la cara hace ahora un año. Porque sí, porque en este bendito país hasta una causa tan justa como el feminismo necesita de polémicas, tópicos y bandos que inciten a la división no solo entre hombres y mujeres sino entre ellas mismas.
En plena pandemia y tras un año donde la vida nos ha cambiado a todos, es comprensible que una manifestación ahora no sea lo más aconsejable. No lo es independientemente de la causa que defiendan o la ideología que esté detrás. Utilizar una pandemia para atacar un movimiento tan justo como el feminismo es cuanto menos mezquino e injusto y no hace sino reforzar la necesidad de reivindicarlo.
Si a algo se debe la actual crisis de un movimiento como el feminismo es a una clase política que ha trabajado incansablemente para hacer creer a una parte de la sociedad que el feminismo es lo mismo que el machismo y a otra que la ha caricaturizado en un intento de ser más papistas que el Papa. Pero no echemos balones fuera. La predisposición es esencial a la hora de querer entender todo en la vida.
Claro que afortunadamente se ha avanzado y la incorporación de la mujer en la vida laboral y social es un hecho aunque sigan muriendo mujeres a manos de sus maridos o exmaridos. Aunque cierta clase política se empeñe en no respetar esa triste realidad. Sin embargo solo ellas son capaces de demostrarnos que aun quedan los resquicios del machismo que un día rigió este país en nuestro día a día. El feminismo no quiere a las mujeres por encima de los hombres ni pretende discriminarlos porque si alguien sabe de discriminación a lo largo de la historia es la propia mujer. La misma que hace años debía quedarse en casa esperando a que su marido saliese de trabajar para colmarle de atenciones y no agobiarlo con sus problemas o la que el pasado sábado tuvo que aguantar los comentarios machistas de dos machos cabríos que las llamaban putas con todas sus letras por la indumentaria que llevaban.
Pero oye que el machismo no existe, eh.
— Beiña Galeguiña (@wabea82) March 7, 2021
(directo de Facebook de RTVE en la Gala de los Goya) pic.twitter.com/tzk8iNgwLD
El feminismo no lucha para que las mujeres tengan más derechos que los hombres, persigue la igualdad de condiciones. Y en eso nadie puede estar en contra. Por mucho titular manipulado, por muchas declaraciones fuera de lugar, por mucha caricaturización de determinados colectivos. La igualdad de la mujer es una reivindicación que indiferentemente del sexo debemos hacer nuestra. No hay otra manera de entenderlo. Más que nada porque todos tenemos a una mujer en nuestras vidas por la que daríamos la nuestra propia.
@ManoloDevesa