Ahí está. La avenida de la Independencia situada en la carretera de Astilleros sigue esperando a que se le rebautice como la Avenida de la Guardia Civil. «¿Tanta urgencia corre? ¡Como si no hubiesen cosas más importantes!» Parece que lo estoy escuchando. Pues claro que las hay, de hecho la lista sería más larga que una meá cuesta abajo, que se dice por aquí. Sin embargo a solo unos metros la ya antigua avenida de Juan Carlos I yace sin rótulos desde prácticamente la misma semana de su anuncio a finales de agosto. Una carrera sorprendente a juzgar por el paso al que va la burra en según qué cositas de nuestra ciudad.
No es que la avenida de la Sanidad Pública tenga puesto ya su rótulo ni mucho menos pero sorprende que con la bulla que se tomaron para despojarlo de su antiguo nombre, merecidamente o no yo ahí ya no me meto, ni la hayan rotulado aún ni le hayan metido mano a la Avenida de la Independencia, futura de la Guardia Civil. Sorprende pero sobre todo alimenta la teoría de que el apresurado gesto con la avenida del rey emérito fue más un triunfalismo personal y una estrategia para colocarse en la cresta de la ola que un lavado público a la corrupción en la Corona española tal y como ellos se apresuraron a decir.
@ManoloDevesa