El asunto no es nuevo. Desde hace unos dos años que se denunciase por las redes sociales haciéndose eco de esto El Pasacalles, uno de nuestros edificios más icónicos, el Gran Teatro Falla es víctima del vandalismo y de la falta de vigilancia en la zona. Esta misma semana y también a través de las redes sociales una persona denunciaba como tres adolescentes rascaban con una llave el polvillo rojo de una parte de la puerta por donde salen las agrupaciones y las guardaban en una servilleta: «le llamé la atención a tres adolescentes que ceceaban cuando me contestaron con insolencia que si es que el Falla era mío«. No es esto algo exclusivo de Cádiz puesto que muchos lugares icónicos de otras ciudades sufren ese fanatismo que al final termina convirtiéndose en vandalismo por el tremendo daño que hacen al inmueble.

En Lanzarote por ejemplo llevarse piedras del Teide está sancionado con multas que van desde los 60 a los 60.000 euros, en Cerdeña le ocurren lo mismo con la arena de las playas que los turistas se llevan a puñados amenazando el estado de la misma y cuyos infractores pueden terminar incluso en la cárcel y en Roma hace unos años se puso de moda llevarse adoquines y restos arqueológicos como recuerdo. Una auténtica aberración que no queremos que ocurra en nuestra ciudad con ninguno de nuestros edificios. La vigilancia desde luego se me hace la solución más efectiva. También la conservación, pero eso ya es harina de otro costal…
@ManoloDevesa