Como cada 31 de octubre la fiesta de Halloween se hace cada vez con más adeptos. En España y más concretamente en Cádiz seguimos respetando nuestras tradiciones con el día de los difuntos y la fiesta de los Tosantos. Pero es innegable que Halloween calan cada vez más entre los gaditanos. Por eso hoy y en ese ritual que suele hacerse cada año, queremos contarles algunas historias de terror que tienen a nuestra ciudad como protagonista. Allá vamos:

El indiano de la calle Sagasta

Cuentan que frente a la iglesia de la Pastora, en la calle Sagasta, existió una finca que su dueño no conseguía alquilar. No era su precio lo que echaba hacia atrás porque los que lograban llegar a un acuerdo de alquilarla lo hacían sin problemas aunque luego no duraban más de dos noches. Aquello se había corrido por la ciudad y desesperado con la idea de acabar con la mala fama de su finca, el arrendatario decide ofrecer su casa gratis a Fulgencio Media-Rosca, un albañil que pronto convence a su mujer y se mudan al edificio. Su experiencia allí no puede ser más especial: una noche el trabajador se levanta y su sorpresa es mayúscula cuando se le presenta el fantasma de un indiano deseoso de contarle su historia: el espectro se desahoga con Media-Rosca relatándole la experiencia que lo cambió para siempre tras llegar de América con mucho dinero. Se enamoró de una gaditana que lo traicionó y aquello lo cambió de manera brusca tratando a todo el mundo de malas maneras. Decidido a compensar las malas formas con las que había tratado a todo el mundo, el fantasma desveló a Fulgencio su mayor secreto: «En una losa del patio de esta casa guardo unos cofres con mucho dinero. Quédate con uno pero el otro repártelo entre los más pobres«. Y así lo hizo, el albañil buscó entre las losas de su patio hasta encontrar lo que el arrepentido indiano le había confesado.

La niña del piano del barrio de la Viña

Por más alegría que rebose en su día a día, el barrio de La Viña también tiene su parte misteriosa con la historia de la niña que maravillaba a sus vecinos con la música de su piano. Un día una terrible enfermedad acaba con la vida de la niña dejando a sus vecinos muy conmocionados. Sin embargo al llegar la noche, el piano continúa sonando ya sin una persona que lo toque. Alertados con aquel insólito suceso los vecinos acuden a su madre para decirles lo que ocurre. En un tiempo donde la religión rige tanto la vida de los gaditanos, la madre y la hermana deciden hacerle varias misar en la iglesia de Santa María para ver si así acaban con una melodía que si en vida lograba alegrar la vida de los vecinos, ahora el hecho de que esa melodía continúe sonando después de muerta no hace otra cosa si no atormentarlos.

El Callejón del Tinte

La terrible leyenda que pesa sobre el Callejón del Tinte a través de un inquietante suceso ya la tratamos en este blog en su día y puedes volver a leerlo pulsando en la imagen.

El espeluznante caso de la niña momificada de San Lorenzo

Impresionante también el hallazgo hace unos años de la momia de la iglesia de San Lorenzo y la historia que esconde detrás…

Del fantasma del archivero a los monjes del Ayuntamiento

Aunque pueda sonar a coña, el Ayuntamiento también también guarda su parte más paranormales con numerosos testimonios que hacía lo atestiguan: limpiadoras y vigilantes de seguridad han relatado en alguna ocasión la experiencia vivida en los largos pasillos y salas del Ayuntamiento cargadas de historia desde que en 1799 se convirtiera en la casa de todos los gaditanos.

Los fenómenos paranormales del Cementerio de San José de Cádiz

Uno de los lugares más lleno de esta clase de historias es el cementerio de San José, construido sobre 1800 y que encierra las más escalofriantes historias. Por él han pasado la mayoría de los fallecidos de esta ciudad hasta que a finales de la década pasada se decidió cerrar.

La enfermera del Puerta del Mar

De las historias más míticas de la ciudad, la enfermera que se aparece por el hospital Puerta del Mar: trabajadores y trabajadoras que han relatado su experiencia en el famoso hospital gaditano…

@ManoloDevesa