En medio de ese debate eterno sobre el aparcamiento en Cádiz me encuentro con una noticia que llama poderosamente mi atención y que da la razón a aquellos que sostienen que el problema no es ni de lejos nuevo y que lleva con nosotros prácticamente toda la vida…
Atiendan: Enero de 1949. El Ayuntamiento de Cádiz presidido por entonces por José León de Carranza está a punto de decidir una medida impopular pero necesaria para el bien de los peatones. Por entonces, los vehículos campan por la ciudad a su libre albedrío. Aparcan o estacionan donde mejor les viene para desgracia de los peatones, que debían ser los eternos olvidados. Según aparece en Diario de Cádiz en la calle Compañía se llegan a producir varios accidentes debido a la estrechez de la calle y a la circulación de vehículos con destino al Mercado que cogen por ella con la mercancía a cuestas. De hecho es esto lo que mueve al Consistorio a prohibir terminantemente el tráfico en Compañía haciendo que los vehículos entren al Mercado por el Arco de Garaicoechea.
No es la única medida que toman: las calles Pelota, Compañía, Duque de Tetuán, Eduardo Dato, Columela, San Francisco y Duque de la Victoria quedan absolutamente cerradas al aparcamiento permitiéndose solo la parada el tiempo suficiente para que los pasajeros puedan subir y bajar. Desde el Ayuntamiento se pide comprensión ante estas medidas que supongo provocaría reacciones muy parecidas a las de hoy en día. Curioso.
@ManoloDevesa