Estaba deseando poder dar un paso más en la repostería y hacer un pan que fuese más que el tradicional. Como quería hacer una torrija de brioche que próximamente os enseñaré, anduve buscando por varios supermercados una barra sin cortar de pan brioche para hacerla con el grosor que yo deseaba. Pero fue imposible. No hubo manera de encontrar el pan en ningún sitio. Así que aproveché la ocasión para hacerlo yo mismo. Es muy fácil y sale muy rico. Eso sí, una vez hecho y mientras se enfriaba, tuve que ir al supermercado de al lado de casa para comprar algunos mandados y ¡no se lo van a creer! Habían colocado una gran torre de panes brioche. Increíble!! Espero que al menos el mío estuviese al menos más bueno! Empezamos!
Ingredientes
20 g de leche
1 sobre de levadura de panadería ( 7 g ) o 25 g de levadura fresca
350 g de harina de fuerza
4 huevos
60-100 g de azúcar
1 cucharadita de sal
150 g de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo batido para pintar la superficie
Preparación
Lo primero que haremos será verter en el vaso la leche, los huevos, la levadura, el azúcar, la harina y la sal. Pondremos a amasar 7 minutos a velocidad espiga.
Ahora incorporaremos la mantequilla a temperatura ambiente volviendo a programar volvemos 2 minutos a velocidad espiga.
La masa es muy pegajosa pero aún así la trasladaremos a un bol para dejarla reposar con un paño por encima y que doble su tamaño.
Una vez pasada la hora meteremos el bol en la nevera unas tres horas para que coja consistencia y poder trabajar mejor con la masa. En mi caso no cogió mucha aunque la suficiente para introducirla en un molde rectangular y engrasado con un poco de aceite o mantequilla, cubrirlo con un paño y dejarla reposar 3 horas más. Se pinta con huevo batido.
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo y horneamos unos 20-30 minutos o hasta que la superficie esté dorada.
@ManoloDevesa