La emocionante leyenda de la Virgen de Candelaria

Ni siquiera en la actualidad somos conscientes todavía hasta qué punto la religión nos condiciona nuestro día a día. Lo hace inconscientemente a través de frases hechas o expresiones que tienen su origen en la fe, de costumbres tan arraigadas que dificultan incluso distinguir su vinculación con ella y a través de determinados sucesos que ante su incomprensible explicación se achaca a lo divino. Pero que ponen su granito de arena para engrandecer el apasionante mundo de las leyendas que tanto nos gusta recoger aquí. De eso sabe mucho el amigo Moisés Camacho, al que hemos escuchado algunas veces en nuestros podcast y que ha contado en alguna ocasión ésta que les traigo hoy.

Imaginen como sería la vida del Cádiz del siglo XVI cuando la ciudad sufre un saqueo que tiene como objetivo la religión católica. A consecuencia de ello, las tropas del Conde de Essex se hacen con la Virgen del Rosario de la Hermandad del Rosario a la que llevan hasta la explanada de Santo Domingo, tirotean el cuadro de la Virgen del Pópulo a la entrada de la Villa, y acuchillan el de la Santisíma Trinidad. Siguiendo en la misma línea de violentos actos, los soldados ingleses se adentran en el Convento de la Candelaria con el objetivo de arrojar a la Virgen a la hoguera. Sin embargo, un vecino gaditano está al quite, la extrae de las llamas y la oculta disimuladamente.

Pasado el tiempo y en una de las casas de los alrededores del Convento sucede la leyenda que nos ocupa hoy: el llanto de unos padres conmueve a todo el que lo escucha. La razón de tan desconsoladas lágrimas es la caída de su hijo al pozo que da agua a la comunidad de vecinos. Tras varios intentos fallidos la idea de que el niño no salga con vida de ahí los desespera aún más. Sin embargo e inesperadamente el nivel del agua del interior del pozo sube aupando al pequeño que sale al exterior sano y salvo y hasta con una sonrisa en la cara.

Los padres aplauden contentos el feliz desenlace y abrazan a su hijo fuertemente pero no se explican qué ha podido ocurrir: «Hijo, ¿cómo estás?, ¿qué ha pasado?» le preguntan mientras lo colman de besos y caricias. El niño le responde que una hermosa mujer que se encontraba en el fondo lo ha cogido en brazos salvándolo de morir ahogado. «¿Cómo que una mujer?» se preguntan extrañados preocupándose ahora por ella. Así que rápidamente y tras examinar la cisterna del pozo encuentran algo que los deja totalmente atónitos: en el interior del pozo se encuentra la imagen de la Candelaria. La misma que tiempo atrás un avispado vecino salvaba de ser destruida en las llamas.

@ManoloDevesa

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