Desde luego, la turisficación que amenaza la ciudad es un hecho que creo que todos hemos reconocido alguna que otra vez. Sobre todo viendo como cada vez son más los dueños que deciden cambiar sus alquileres de larga duración por pisos turísticos dejando en muchas ocasiones a gaditanos y gaditanas en la calle sin ningún tipo de remordimiento. El tema de la vivienda se recrudece cada vez más en una ciudad predestinada a encarecerse desorbitadamente. Si algo caracteriza al gaditano es su cálida hospitalidad con quienes nos visitan pero una cosa es ser amable y otra mantenerse impasible ante el agravamiento del problema de la vivienda en Cádiz. Si no le ponemos freno, la ciudad irá perdiendo su esencia y encanto al haber más turistas que ciudadanos de aquí y eso conllevará también al encarecimiento de los precios en supermercados, bares y restaurantes.

Por eso cuando el alcalde José María González planteó la moratoria de un año de la licencia de pisos turísticos, en ese túnel negro que se ha convertido este asunto, se vio una luz al fondo que nos hizo tener la esperanza de que no todo estaba perdido. Sin embargo, durante el pleno de ayer y tal y como ya se preveía, la oposición tumbó la moratoria que sugería el equipo de gobierno ante el desconcierto del propio alcalde que enseguida acudía a las redes sociales para culpar sobre todo a los socialistas por haberse alineado con la derecha e impedir algo tan importante para la ciudad.

Hay que reconocer que desde fuera la decisión sobre todo de los socialistas es incomprensible. Aunque cuando uno ahonda en todo este asunto termina asumiendo que contra la mafia de la política poco o nada se puede hacer. Porque si es cierto tal y como afirma la oposición en realidad la propuesta de modificación del PGOU no limitaba la proliferación de viviendas turísticas al no tener el equipo de Gobierno competencias para regularlas y ni siquiera aparecía entre los puntos del día, sospecharíamos del presunto juego sucio de un alcalde más empeñado en poner en contra de los ciudadanos a socialistas y populares, que a enfrentarse a la realidad. Pero si tal y como también se ha dicho la competencia pertenece a la Junta de Andalucía, tampoco entendería que los populares, ahora en el Gobierno andaluz, se empeñen en seguir castigando a una ciudad con un problema tan grave como el que tiene Cádiz con la vivienda. Si fuésemos mal pensados, afirmaríamos que la estrategia para dejar mal al contrario parece prevalecer por encima de dar una solución a un Cádiz que en este asunto pide ya auxilio.

Según el PSOE votar a favor de lo que pretendía el Ayuntamiento hubiese sido hacerlo contra el desarrollo de nuevos hoteles, apartahoteles y apartamentos turísticos, pero no contra las VFT (Viviendas con Fines Turísticos) cuya competencia es de la Junta de Andalucía. El voto, dicen, ha evitado que el Consistorio se enfrente a millonarias indemnizaciones.

Cádiz continuará con la proliferación de viviendas turísticas y el precio de la vivienda disparado. Una ciudad que a base de innumerables palos a lo largo de su historia ha terminado asumiendo que mientras la clase política así lo decida, Cádiz no avanzará. Es posible que ahí resida el origen del maldito conformismo gaditano. El haber sido testigo tantas y tantas veces como la pelota pasaba por el tejado de Junta, Ayuntamiento o Estado, sin que ninguno de los tres llegaran a acuerdo alguno. Una verdadera lástima.

@ManoloDevesa