La Junta de Andalucía se pone firme: tras los diferentes brotes que han tenido lugar en varios puntos de nuestra comunidad, el Gobierno andaluz ha debido pensar aquello de que al ciudadano le duele más el bolsillo que su propia salud. En eso estoy de acuerdo. Por eso a quien incumpla la obligación de llevar mascarillas tanto en espacios abiertos como cerrados, deberá hacer frente a una multa de cien euros.
Desde las 0,00 horas de ayer, las mascarillas son obligatorias tanto en espacios al aire libre como en lugares cerrados independientemente de si puede o no mantener la distancia social de 1,5 metros. Aun así y aunque los titulares de muchos periódicos podían dar lugar a equivocaciones en el día de ayer, no quiere decir que debamos tener la mascarilla puesta tomando el sol en la playa ni dándonos un chapuzón en la piscina.
Por ejemplo, en playas y piscinas no serán necesarias durante el baño (obviamente) ni mientras se permanezca bajo la sombrilla, siempre y cuando se pueda respetar la distancia de seguridad. Que a veces resulta un poco complicado, la verdad. A las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la misma o aquellas que por su situación de discapacidad o dependencia no dispongan de autonomía para quitarsela o presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización, tampoco les será exigible su uso.
En el deporte y durante el ejercicio individual al aire libre tampoco se exigirá su uso, ni en los supuestos de fuerza mayor o situación de necesidad o cuando, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias.
Por otra parte y sobre velatorios y entierros podrán realizarse en todo tipo de instalaciones, públicas o privadas, con un límite máximo de 25 personas en espacios al aire libre o de 10 personas en espacios cerrados, sean o no convivientes. En el funeral o en la comitiva para el enterramiento o cremación de la persona fallecida se restringe a un máximo de 25 personas entre familiares y allegados.