Cádiz se prepara hoy para el posible ascenso de su equipo a Primera División. Un hecho que supondría por una parte una necesaria alegría para una ciudad que sufre ya, como el resto del país, los lamentables efectos de la crisis del Coronavirus y por otra una esperanzadora bocanada de aire fresco de cara a una próxima temporada donde la propia ciudad puede verse beneficiada de manera indirecta. Por lo que desde estas líneas y muy sinceramente espero que ese ascenso se haga realidad en las próximas horas.

Y en esas está medio Cádiz, ilusionadísma ante un hecho que lleva esperando demasiados años. El Ayuntamiento ya ha puesto en la plaza de Sevilla una enorme bandera del Cádiz CF para alegría de todos sus aficionados e incluso aquellos que no siéndolo entienden que es algo positivo para la ciudad y motivo de alegría. Sin embargo, si hay algo que me ha apenado profundamente comprobar, que no sorprendido, no ha sido ver como en este caso las críticas al cambio de bandera apenas han existido, si no confirmar que los muchos que lo hicieron cuando se puso por ejemplo la LGTBI no fue porque no representase a todos los gaditanos. Como si la del equipo amarillo, con todos mis respetos, sí lo hiciese… Lo hacían primero por cuestiones ideológicas que le hicieron enfrentarse incluso a la andaluza o a la de su propia ciudad y luego evidentemente por ese nauseabundo tufo a homofobia que desprendían cada uno de sus comentarios aunque muchos de ellos tuvieran luego «muchos amigos homosexuales«. Sí, sí…

Nunca esperé leer comentarios negativos al hecho de que la bandera del Cádiz CF ondease en la plaza de Sevilla y lo cierto es que me alegra comprobar que no ha sido así. Sobre todo porque esto deja las cosas ahora mucho más claras. Demasiado… Así que en ese aspecto y en clara referencia a ese sector tan intolerante de la ciudad, solo me sale gritar, emulando además al famoso cántico del equipo amarillo, eso de «¡Ese Cádiz, ofú…!«. Dicho esto, ánimo y a por el ascenso!

@ManoloDevesa