Cada día disfruto más con los comentarios que muchos de ustedes dejan en la página de facebook de La Azotea. Cada mañana nos levantamos con una imagen histórica de nuestra ciudad dentro de esta sección llamada Historias de Cádiz porque queremos precisamente, eso, leer y compartir vuestros recuerdos e historias sobre la ciudad.

Con la imagen de la famosa fábrica de chocolates Eureka lanzábamos una pregunta: ¿Qué famoso personaje gaditano trabajó en ella? Pronto nuestra avispada lectora Mari Luz daba con la respuesta: Paco Alba. Eva sin embargo recuerda un dicho de su abuela que nos hace una idea de lo integrada que estaba la fábrica en la ciudad: «¡Eres más buena que el pan de Eureka!». La fábrica instalada en la plaza Jesús Nazareno debía hacer rabiar el estómago de los gaditanos a su paso por lo que dice María: «¡Qué bien olía al pasar por allí!»

En vísperas de esta Corpus tan especial debido a la pandemia del Coronavirus que se ha tenido que celebrar en la Catedral, nuestros lectores nos contaban los recuerdos de lo que en su día significaba la celebración: «Yo me acuerdo perfectamente, incluso de niño que estrenábamos ropa y zapatos y mi padre me compraba el clásico bastón y se comía en la calle. Lógico llevando mis padres la comida. En el bar se pedía la bebida y quizá alguna ración. Que tiempos!» nos cuenta Luis. Un recuerdo que comparte Emma que afirma: «Imborrable. Ropa y zapatos nuevos. Y, luego, a comer a casa de la abuela«

La plaza de San Juan de Dios ha sido escenario de muchos y buenos comercios sobre todo dedicado a la hostelería. ¿Qué recuerdos tenían nuestros lectores de ellos? Luis nos cuenta una graciosa anécdota: «a mediados de los 60 estábamos sentados mi novia y yo en una de San Juan de Dios y al camarero de la bandeja se le cayó una cerveza encima de ella» La escena debió ser brutal…

Como todos, la famosa heladería de los Italianos tuvo un pasado. Es curioso como el famoso Salón Italiano se apoyaba en la marca de vermouth Cinzano, muy popular en aquella época. Nuestra lectora Mari Luz nos cuenta una sentida anécdota sobre el famoso establecimiento: «En marzo del 2015 celebraron el 75 aniversario de la apertura regalando sus míticos topolinos. Yo estaba convaleciente de una pancreatitis y en espera de una operación de vesícula y tenía una dieta súper estricta. Pero no me podía perder semejante acontecimiento (pusieron una especie de «photocall» si mal no recuerdo). Así que allí que me fui con mi hija a por un topolino, con la suerte de que ya estaban acabando y apenas había gente esperando. Mi hija se comió el suyo, yo envolví el mío con mucho mimo y al congelador de casa que fue, con la esperanza de poder comérmelo lo más pronto posible, pues sería señal de que ya habría salido de todo de mi tema de salud. En menos de un mes me operaron, y fue lo primero que me zampé en cuanto me relajaron la dieta. Después de casi medio año pasando más hambre que los pavos de Manolo, ese topolino me supo a gloria bendita«. Nuestro buen amigo Pepín completa su recuerdo sobre el Salón Italiano con una anécdota surgida durante una Semana Santa: «Emblema de Cádiz. En Semana Santa, mientras pasaba Columna, en una parada del cortejo, se paró frente a mi un penitente, un crío, que se quedó mirando el helado que me tomaba, que se le iban los ojos. Se lo di, lo metió bajo el capirote y se lo comió en segundos. La mirada de agradecimiento no la olvidaré nunca«

Esta bonita estampa de la plaza de Santa Cruz sirvió para que Míriam compartiera con nosotros «las visitas los viernes al Medinaceli con mi abuela. Y su salida en Semana Santa desde la casa de mi tía justo el portal que esta donde empiezan las escaleras«. Almu de Kadi se muestra nostálgica con el lugar donde una vez vivió: «¡Diooo qué recuerdos yo vivía en el 3,como se echa de menos!» y Mari Paz nos dibuja a la perfección la imagen más habitual de la plaza: «subiendo la cuesta, comprar un ramo de flores para la Virgen del Carmen y San Martín de Porres. Mi madre marchó al Cielo justo ahora hará un año!! Cada vez que paso por esa plaza ,revivo esos momentos!!!«

Finalmente esta imagen de la plaza Mina sirvió para analizar el machismo de la época al no haber ninguna mujer en la fotografía. «Estarían en casa fregando y con los niños» apunta Isaac. Chari remata la observación: «Estarían cuidando a los niños porque el mundo antes era de los hombres«

@ManoloDevesa