Superadas las tres fases de la desescalada, ayer Cádiz se enfrentaba a su primer día de la llamada nueva normalidad. Ya sin el estado de alarma vigente, la ciudad vivió su primer domingo caluroso en la playa. Las más pequeñas, la Caleta y Santa María del Mar estuvieron a punto de cerrar por superar el aforo permitido aunque no hizo falta ya que el propio público fue prudente no abarrotando las playas tras ver en la prensa como el Ayuntamiento pretendía cerrarlas.

En carretera, la cosa también estuvo movida. Kilométricas caravanas de coches tuvieron lugar desde prácticamente primera hora de la tarde destino a Cádiz. Debemos presuponer que las playas de Conil o Chiclana y sus chalets, este año más demandados ante el temor de viajar al extranjero o ir a la playa, debieron ser los responsables.
@ManoloDevesa / Fotos: Manuel Devesa y Pedro Cámara