A las doce de la mañana todas las farmacias de Cádiz capital han parado su actividad. Lo han hecho como homenaje a Alfredo, el farmacéutico de Guillén Moreno que perdía la vida el pasado viernes por el Covid-19 tras más de dos meses ingresado. La noticia caía como un jarro de agua fría en la ciudad sobre todo porque ya había superado el virus pero el daño que causado a sus órganos vitales se ha llevado a Alfredo por delante.
La farmacia en la que tantos años trabajó de cara al público se convertía en el escenario para que amigos y familiares mostraran con sus mascarillas o pantallas su dolor por el fallecimiento del farmacéutico. Su viuda, compañeros y su hermana, por cierto propietaria del hotel Las Cortes, Josefa Díaz, recibían así el calor de barrio.
Tanto ha sido el impacto de la muerte de Alfredo que el Grupo Municipal Popular ha pedido al Ayuntamiento que se una a la petición para dedicarle una calle en los alrededores de su farmacia.
@ManoloDevesa