Ni alfombra de colores ni calles engalanadas ni altares. Eso sí, en su lugar, mascarillas y separación de 1,5 metros de distancia entre los pocos asistentes. Este año Cádiz ha celebrado su tradicional Corpus de la manera más atípica de los últimos tiempos. La situación sanititaria que ha marcado los últimos tres meses con la pandemia del Coronavirus ha provocado que, al igual que la Semana Santa, el Corpus no saliese a las calles de Cádiz. Aunque al menos en esta ocasión si se ha podido celebrar en el interior de una Catedral que no llegó a cubrir ni siquiera el aforo permitido pues de las 300 personas permitidas, este inusual Corpus congregó a 280 que, además, no portaron ni cirios ni varas ni insignias de hermandades.
A las 10:00 horas el obispo Rafael Zornoza comenzaba la solemne Pontifical tras la cual vino la Procesión Claustral con el Santísimo, en esta ocasión en la Custodia pequeña de Ana de Viya ya que en la grande no se cumplían las medidas de seguridad exigidas. En un momento dado el Obdispo desde la puerta principal de la Catedral impartió la bendición hacia el exterior.
@ManoloDevesa / Fotos: Jesús Devesa



