Que bonito sonaba y cuán incierto era. «Todo esto nos hará mejores» decían en aquellos días de confinamiento. Pero tal y como todos sabíamos, en el momento en que el peligro de la pandemia fuera pasando, a nuestra cabeza, tan volcada en los sanitarios y en gestos tiernos hacia la especie humana en esos días, le bastaría solo dos semanas de desescalada para volver a las andadas. Algunos ni eso, que han dado lo peor de sí mismos a través de las redes sociales con comportamientos tan vergonzosos como insultos, bulos y odio, mucho odio. La frase no solo era una utopía si no que tras el confinamiento, nos hemos encontrado una sociedad mucho más dividida y radical con enfrentamientos en la calle como la agresión a un sindicalista de Málaga en una manifestación alentada por VOX donde ya se habían olvidado de respetar las medidas de seguridad contra el virus y sus consecuencias.

El preocupante comportamiento en la calle tiene probablemente su origen en el de clase política. Si nos centramos en nuestra ciudad, la esperada apertura de las playas de Cádiz tras entrar en la fase 2 de la desescalada se ha convertido en un nuevo motivo para que Gobierno local y oposición se vuelvan a tirar los trastos a la cabeza. «Kichi es un flojo y los concejales pasan de todo» ha dicho Juan José Ortiz. «Tiene el síndrome del mal estudiante porque siempre busca excusas y luego suspende» ha agregado Mara Rodríguez del PSOE. David Navarro desde el equipo de Gobierno se ha pronunciado acusándolos de incoherentes y partidistas destacando además que critiquen en Cádiz «la misma medida que toman alcaldías del PSOE como la de Chiclana o del PP como la de Vejer, que tienen playas similares a las de Cádiz por extensión«. Ya saben, la eterna contradicción del político y el perpetuo y tu más que al ciudadano tanto descolocan. La pelota que va de tejado en tejado…

No creo que se trate de un tema de flojera si no de desorganización porque lo cierto es que no es la primera vez que al equipo de gobierno se le ve apurado con cosas tan básicas en el día a día de la ciudad que, al fin y al cabo, son las que el ciudadano de a pie ve sin necesidad de que ningún político se las cuente. Independientemente de las formas de la oposición, que obviamente no son las mejores, y de ese oportunismo político del que todos los partidos hacen gala, solo basta ver por ejemplo cómo las luces de carnaval lucen todavía en los alrededores del mercado central o la calle Ancha prácticamente a las puertas del mes de junio. Entendiendo que ha habido una pandemia que ha paralizado el país entero ¿eh? Sin embargo, sí les ha dado tiempo a quitar los palcos de Semana Santa o plantearse la celebración de los Juanillos.

Para colmo, hemos sabido hace unos días que el partido ultraderechista VOX presidirá la Comisión de la reconstrucción en Andalucía. Un regalo de PP y Ciudadanos por su apoyo, entiendo. No pasaría nada si no fuera porque en su día los ultras votaron en contra de la comisión cuando se aprobó el pasado día 6 en el pleno del Parlamento y porque son a fin de cuentas los mismos que entre sus planes tienen el disolver las Comunidades Autónomas. Entre eso, la polémica del cese del director de la Guardia Civil, la dimisión de su número 2 y el tema de la manifestación del 8M aún sobrevolando, nos está quedando un país, que demasiado tranquilo se muestra. Lástima que cuando parece despertar sea para pelearse entre ellos.

@ManoloDevesa