El más que posible cierre de la Institución Provincial Gaditana tras la reclamación por parte de la Fundación Aramburu Moreno de Mora del inmueble de su propiedad, ha provocado el temor de sus alumnos por el futuro que les espera y el estupor de unos vecinos que se enfrentan al enésimo maltrato por parte de las administraciones públicas. Ubicado entre las calles Tolosa Latour y Ciudad de Santander, el colegio público ya vio como parte de él era demolido con la intención de construir allí la Ciudad de la Justicia. Un proyecto en el que tras llenarnos la cabeza de pajaritos, más de quince años después el terreno continúa creando vegetación sin ningún plan b sobre la mesa.
Por si esto fuera poco el barrio de San Severiano, donde se encuentran estas dos calles, también tuvo que enfrentarse al cierre del mítico Pabellón Fernando Portillo para hacer uno de mayor calidad y capacidad y patatín, patatán. Tras más de una década, el solar continúa vallado y totalmente abandonado. Un nuevo golpe sobre un barrio que se quedaba sin parte de su colegio público y su pabellón municipal.
La noticia esta semana de la renuncia de Diputación sobre el colegio, tras la expiración del convenio de cesión del inmueble, supone que el cierre del mismo sea prácticamente una realidad. Una nueva pérdida en un barrio que verá incrementado los metros cuadrados de sus terrenos vacíos sin ningún proyecto a la vista que lo ilusione, un barrio que volverá a sentir la traición de las administraciones públicas y que volverá a ser testigo del desalojo de sus edificios más emblemáticos. Ahora, para colmo, habrá que aguantar, como ya se ha publicado en algún medio de comunicación la frasecita de que debido a la crisis económica del Covid19, son malos tiempos para embarcarse en nuevos planes para reanimar en este caso un barrio que, dicho sea de paso, se muere de pena. Hay que joderse…
@ManoloDevesa