Mucho antes de que se convirtiera en La Teta de Julieta, el ultimo negocio que lo ha ocupado, uno de los pocos chalet que quedaban en Cádiz fue el domicilio familiar de un artista al que nuestra ciudad le debe mucho: Antonio Accame, un gaditano que nos dejó auténticas joyas a través de sus obras tanto en el Carnaval como en Corpus entre las décadas de los 40 y los 70, especialmente. Tras el enlace matrimonial que unió a las familias Casanova y Accame, la vivienda se usó como clínica pediátrica, ya que los primeros estaban muy vinculados a la Medicina. Tras eso y ya en este siglo, el chalet se rindió a los encantos de la hostelería. Primero con el nombre de Casanovas, un restaurante y sala de fiestas que dirigió Pablo Grosso y luego con el mencionado La Teta de Julieta.

Pues bien, el chalet ha sido demolido en estos días para dar paso a un bloque de viviendas que llevará a cabo la inmobiliaria Gades 2000 SL. Sin mucha más información sobre el número que construirán, la parcela de 2.380 metros cuadrados utilizables contará con garaje en la planta subterránea y la planta baja podría conservar usos comerciales en uno o varios locales. Eso sí, debido a la protección patrimonial de la Junta e Andalucia como BIC, el edificio no podrá superar en altura a las dos fincas colindantes ni a la estructura principal de la Iglesia de San José, a menos de 30 metros. Algo a mi juicio negativo con la falta de viviendas nuevas que tiene la ciudad.

@ManoloDevesa / Fotos: Fernando Devesa