Es llegar la noche, poner la cabeza en la almohada y nuestra máquina de pensar se activa peligrosamente. ¿Cuándo acabará todo? ¿Perderé mi trabajo? ¿Cuándo volveré a ver a los míos? ¿Cómo será la vida después de esto? ¿Sufrirá España esa crisis tan horrenda de la que nos hablan mañana, tarde y noche? ¿Qué nos esperará en el panorama político? ¿Son ciertas todas esas atrocidades que me llegan al movil? Las preguntas se agolpan en nuestra cabeza sin que nadie pueda respondernos a ninguna de ellas.

Creo que el secreto para superar las consecuencias de lo que estamos viviendo está en cada uno de nosotros. Alejarnos de todo lo que nos trastorna o hace daño. Al menos durante este tiempo en el que el encierro es obligatorio. Ya habrá tiempo de enfrentarse a la verdad por dura que sea. Procurar disfrutar de las pequeñas cosas buenas que nos da el día a día, por pocas que sean, y no centrarnos en un futuro del que nadie sabe ahora mismo nada.

Además de esto, los especialistas recomiendan que cumplamos nuestras rutinas de descanso, que tengamos cuidado con esa afición a la cocina que se ha despertado durante el confinamiento con una alimentación adecuada sin demasiados excesos, que hagamos deporte porque es la mejor manera de despejar la mente y que, evitemos el excesivo consumo de alcohol o café.

@ManoloDevesa