Cuando pase la pandemia que sufrimos en la actualidad, la sociedad habrá cambiado. Permítanme que lo dude si el cambio que se presupone es para mejor, claro. “Cuando acabe esto, habrá que pedir responsabilidades” han dicho por activa y por pasiva algunos de los principales líderes políticos de la oposición. Algo con lo que sin duda estoy de acuerdo. Sin embargo las consecuencias del forzado confinamiento han comenzado ya a hacer de las suyas. Desde la oposición, con la modélica excepción del alcalde de Madrid, que sí parecen haber cogido eso del “cuando pase todo…”, el resto comienzan ya a tirarse los trastos a la cabeza. Es lógico por otra parte. El trono está en juego y eso no se puede desperdiciar por ninguna pandemia que se nos cruce en el camino. En el Gobierno, la misma actitud prepotente que le costó las elecciones a Aznar tras aquel desastroso 11 también de marzo. En la oposición el mismo oportunismo de entonces con surrealistas y paralelas ruedas de prensa. Sin embargo dentro de la ilógica que envuelve al mundo de la política es hasta normal…
Lo triste y desesperanzador es la actitud de un pueblo que, lejos de permanecer unidos ante lo que estamos padeciendo como nos empeñan en demostrar los miles de vídeos que recibimos estos días por las redes sociales, se han metido al fango de cadenas de bulos y manipulación, de insulto y descalificación. Que se proteste por la irresponsabilidad del Gobierno por no haber suspendido todos los actos del fatídico fin de semana del 8 de marzo, entra dentro del derecho a pedir explicaciones. Que se haga solo hincapié en la manifestación del 8 de marzo olvidando otras concentraciones entre ellas la del mitin del partido de la ultraderecha en Vistaalegre, ya canta un poco más. Porque entonces entramos en una guerra que nada tiene que ver con pedir responsabilidades por los errores cometidos. Una guerra de ideologías más que de justicia. Personas que se han alegrado porque la pandemia les ha cogido al actual Gobierno ya que ven en ella la excusa perfecta para quitarse del medio a los que ellos consideran que no deben estar…
La crisis del Coronavirus no la supimos ver nadie. Cuando estaba en China porque estaba allí y sirvió incluso de algún que otro malicioso chiste. Cuando en Italia comenzaron a salir contagios, nuestra empatía se creció un poco más pero no lo suficiente como para creer que a nosotros nos podía pasar lo mismo. Es más, cuando aquí comenzaron a surgir los primeros casos, intentamos quitarle importancia porque aquello era una simple gripe más…. «Nos están asustando» decían. Cuando esto acabe, claro que deberemos pedir responsabilidades a todos los políticos que han sido irresponsables desde sus cargos. Desde aquellos que decidieron recortar en algo tan importante como la Sanidad, cuyas consecuencias vemos ahora con desesperación, a aquellos que presuntamente nos ocultaron datos agravando así una situación ya de por sí complicada. Pero debemos estar juntos en esto. Ayudarnos independientemente de nuestros ideales. Remar todos hacia la misma dirección. Luchar contra la pandemia que tanto daño está provocando en nuestro país. Ganar la batalla al Coronavirus también.
@ManoloDevesa