Sentido común

Cagarse en Dios o en la Virgen no es delito. Así lo ha notificado el juzgado de lo Penal 26 de Madrid al actor Willy Toledo tras sentarse en un banquillo después de que fuese denunciado por la Asociación Española de Abogados Cristianos (AEAC) por unas publicaciones en redes sociales que Toledo escribía. En un ocasión fue la frase «Me cago en la Virgen del Pilar y me cago en todo lo que se menea» la que causó la polémica y después vino otra más: «Yo me cago en Dios y me sobra mierda para cagarme en el dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María«. 

Por más desafortunadas que fuesen las frases – que lo son – y que pueden efectivamente ofender a un número importante de católicos, el hecho de que algo ofenda no puede ser sinónimo de delito porque entonces la Justicia entraría en el peligroso juego de dictaminar qué ofensas son dignas de condena y cuáles no. Por esa regla de tres, los colectivos de homosexuales tendrían que denunciar las constantes y provocadoras declaraciones homófobas de la ultraderecha, los ciudadanos el fraude y el robo a manos llenas que han cometido algunos partidos políticos a costa de su voto y hasta la asociación de espectadores por algunos espacios que se ven en la actual televisión.

El hecho de que algo ofenda no puede ser sinónimo de delito porque entonces la Justicia entraría en el peligroso juego de dictaminar qué ofensas son dignas de condena y cuáles no

Podemos hablar de mala educación, de frase desafortunada o ganas de meterse en camisa de once varas. Pero la absolución de Willy Toledo por el delito contra los sentimientos religiosos por el que se le acusaba no es si no una esperanzadora noticia. No por excusar a una parte del ideario público ni defender unas declaraciones a mi juicio totalmente fuera de lugar si no porque nos asegura la libertad de pensamiento y expresión. Esa que durante muchos años no siempre se pudo llevar a cabo.

@ManoloDevesa

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