Más vale tarde…

Este fin de semana han tenido lugar por fin los eventos gastronómicos precarnaval que se han celebrado más tarde que nunca. Uno de los motivos del origen de la pestiñada era su cercanía a las fiestas navideñas. De hecho, la primera oficial se celebró durante 1989 el 7 de enero con unos presentadores que salieron vestidos de Reyes Magos para rizar el rizo de la coña. Sin embargo este año hemos esperado prácticamente al límite de tal modo que la ostionada de San Antonio que se celebrará el próximo domingo estará a solo una semana del primer domingo de coros.

Visto lo visto en la noche del sábado y el día de ayer, la gente tenía ganas de carnaval. El sol y las buenas temperaturas ayudaron a que las calles estuviesen llenas de un público que acudía tanto a la plaza de San Francisco el sábado por la noche como al barrio de la Viña en la tarde de ayer domingo. Los alrededor del Campo del Sur y la Caleta se llenaban de un público que volverá ya cada fin de semana mínimo hasta el 8 de marzo, en que se celebrará el Carnaval Chiquito. Supongo que esta era la intención: alargar los eventos gastronómicos para propiciar varios fines de semana grandes para la ciudad.

Sin embargo, llámenme clásico o nostálgico, yo he echado en falta este año las prisas por cambiar de chip entre fiesta y fiesta. Esa cosa tan de Cádiz que es pensar en la pestiñada o la erizada el mismo 6 de enero y hacer nuestras apuestas durante esos días sobre las clasificatorias del COAC que se avecinaban. Es extraño conocer todas las agrupaciones del concurso en plena erizada cuando otra de las características de estas fiestas culinarias era el comienzo de los ensayos generales. Aunque ahí creo que la nueva fecha de este año tiene un punto a su favor. La de disfrutar de los grupos que ya se han caído de las Clasificatorias en plena calle.

@ManoloDevesa

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