Cuando en muchas ocasiones sale a relucir la deuda que el gobierno de Teófila Martínez dejó en las arcas municipales durante sus veinte años de alcaldesa y la rebaja que el Gobierno de José María González ha venido haciendo desde que recaló en el Consistorio gaditano, son muchos los que intentan ridiculizar el logro de la formación morada quitándole importancia a algo que realmente la tiene. La prueba es lo que estamos viviendo en estos días con ese ajuste que pretende hacer Hacienda en Andalucía por el déficit al que llevó la Junta cuando era gobernada por el PSOE.
Hace unas semanas el gobierno de la Junta formado por PP y CIUDADANOS con el apoyo de la ultraderecha, aprobaba los Presupuestos para 2020 en Andalucía. Unos presupuestos que en estos días ha vuelto a ser noticia a raíz de esos ajustes a los que les obliga Hacienda tras el déficit de la Junta durante el gobierno socialista. De esta manera Andalucía no podrá financiarse en los mercados y deberá acudir al Fondo de Liquidez Autonómica. Desde el Gobierno andaluz se recuerda que las cuentas por las que se les penaliza pertenecen al anterior Ejecutivo. ¿Hubiese hecho lo mismo el Gobierno de Sánchez con la Junta que presidía Susana Díaz?
Así es la política. La que venimos, por cierto, sufriendo en Cádiz desde siempre. La de las revanchas y el abandono. La de cuando Gobierno autonómico y local no coinciden, la de cuando central y autonómico tampoco. De hecho estas últimas semanas hemos sido testigos de como la actual Junta de Andalucía no aceptaba ninguna de la enmiendas propuestas por la izquierda en lo concerniente a Cádiz. De modo que el edificio Valcárcel, la Ciudad de la Justicia y otros tantos proyectos más se quedaban de nuevo en el aire. Es por eso la importancia de rebajar la deuda de los diferentes gobiernos. Para que algo tan sagrado como son los presupuestos no sean moneda de cambio entre las rencillas de los diferentes partidos políticos. Para que no tengan un clavo ardiendo al que agarrarse y perjudicar al final a los de siempre.
Por eso cuando estos días veo como ciudades compiten por el alumbrado más grande y me fijo en el caso de Zaragoza quienes han cuadruplicado el presupuesto de las luces de navidad a costa de realizar recortes sociales, miro las calles de Cádiz y aun reconociendo que claro que podría alumbrarse mucho más, me tranquiliza ver cómo mi ciudad es noticia por ser el segundo consistorio que más dinero destina a inversión social y que incluso se le premia por ello. Lo siguiente será trabajar para que esas inversiones no sean cruciales para muchos ciudadanos. Señal de que afortunadamente ya no la necesitan.
@ManoloDevesa